martes, 25 de septiembre de 2012

LOS INTELECTUALES BOLIVIANOS Y EL RACISMO SUCRENSE


Las investigaciones que se realizaron sobre la Asamblea Constituyente desde la ciencia política para la región chuquisaqueña se centraron sobre todo en el conflicto de la capitalía y sus connotaciones racistas, como es el caso del libro Racismo y regionalismo en el proceso constituyente, de Martín Torrico (2008); el texto Democracia, poder y cambio político en Bolivia, de Luis Tapia et al. (2009) y también  Jóvenes en el laberinto de la polarización, de Yuri Tórrez (2010). Por su interés, a continuación reseñamos estos estudios.
El trabajo de Torrico es interesante por ser pionero en un tipo de interpretación que es más o menos repetida en otros análisis. El texto empieza indicando la importancia de los mitos en las sociedades modernas, que sirven “para instalar en el presente valores que deben ser respetados por la sociedad” (Torrico: 49). Citando a Wieviorka habla del llamado “mito fundador del racismo”, que para el caso de Sucre –afirma– es la Guerra Federal que enfrentó a los liberales paceños con los conservadores sucrenses en 1899, donde jóvenes chuquisaqueños fueron diezmados en Ayo Ayo por las huestes indígenas aymaras comandadas por Zárate Willka, memoria que los sucrenses mantendrían viva a través de tres narrativas y acciones:
1.      Los estudiantes universitarios presentan una ofrenda floral cada 24 de enero en el mausoleo del Cementerio de Sucre.
2.      Los niños guías del cementerio –muchos de ellos quechuas y pobres, dicho sea de paso– recitan versos que recuerdan a los muertos sucrenses de la Guerra Federal[1].
3.      Una ordenanza municipal del año 2004 que dispone homenajear cada 24 de mayo a los caídos en la batalla de Ayo Ayo,  donde se hace alusión a la “Columna Trunca” para Torrico genera racismo en tanto, actualizada, identifica a los “malos bolivianos como los que han dañado la patria y éstos no son otros que los indígenas” (Ibídem: 59).
En suma, a partir de la recurrencia de una ofrenda floral, de unos niños recitadores y de una ordenanza municipal, los habitantes de Sucre –nótese no sólo su sector más rico y conservador– se hacen racistas y tienen en los jóvenes universitarios su ala más aguerrida y militante. Según Torrico, este racismo, preexistente en la mentalidad de los sucrenses, encuentra en la demanda por la Capitalía plena el pretexto para reactualizarse una y otra vez, a tal punto que, según este autor, los estudiantes universitarios se “figuraron como reencarnación de los masacrados de 1899 y vieron a los campesinos como sus verdugos” (Ibídem: 61).
En el texto de Luis Tapia, Democracia, poder y cambio político en Bolivia, si bien el objetivo es más bien el análisis del llamado “proceso de cambio”, en las últimas páginas estudia tres coyunturas regionales donde se presentaron conflictos como producto de la ampliación de la democracia. Uno de ellos es la demanda sucrense del retorno de los tres poderes del Estado. Tapia coincide con la visión de Torrico, en que la intolerancia fue causada por la rememoración de la Guerra Federal que (re)generó algunos mitos, entre ellos la dicotómica “indígenas salvajes y estudiantes masacrados”, en los que luego “el imaginario chuquisaqueño, y sucrense en particular, se apoyaron para construir un discurso de autovictimización y de temor” (Tapia, 2009: 151) que va junto con la utilización de la palabra democracia para cometer los actos más antidemocráticos, dice Tapia: “La democracia y la defensa procedimental de la misma, asumida por el autodenominado Comité Interinstitucional y las fuerzas que lo componían sirvieron para cometer los actos más adversos y realizar evidentes prácticas racistas” (Ibídem: 152). Por tanto, la recurrencia a imágenes del pasado, junto a un uso funcional e interesado de la democracia es el contexto de la demanda de la capitalía en Sucre.
En el libro Jóvenes en los laberintos de la polarización, de Yuri Tórrez, se realiza un estudio focalizado en los jóvenes de Sucre en relación a la demanda de capitalía. Su capítulo “Sucre: racismo en la Culta Charcas” no puede ser menos inequívoco. Los autores intentan explicar las razones de la actuación violenta de los grupos juveniles y de hacer visible el sustrato emocional que los empuja a las calles a generar agresión y violencia.
El autor sostiene que, en un contexto signado por la polarización política, con la demanda de capitalía plena se recupera el viejo encono de la Guerra Federal, que genera en el “imaginario de la sociedad sucrense una distinción de clases, castas, poderes, dones e inclusive de razas” (Tórrez, 2010: 132-135). Concretamente, se actualiza uno de los hechos más luctuosos de la Guerra Federal como es la batalla de Ayo Ayo, donde perdieron la vida jóvenes de la élite sucrense. El Comité Interinstitucional utiliza en su demanda de capitalía plena reforzando “de una manera decisiva el sentimiento segregacionista de los sucrenses (o de su élite) hacia los sectores aymaras, haciéndose, el mismo visible esencialmente con el arribo del indígena Evo Morales a la Presidencia de la República de Bolivia. Por lo visto, los acontecimientos que se producen en el curso de la Guerra Federal, (de)muestran, la evolución de las tensiones que históricamente marcan y (re)activan los sentimientos de odio hacia el ‘enemigo indígena’” (Ibídem: 137). Por eso es que el autor insiste:
El racismo desencadenado en el mes de noviembre de 2007 al recuperar y rememorar la historia de Ayo Ayo construye inmediatamente en la mentalidad de los sucrenses y de los jóvenes en particular, recursos y dispositivos violentos para descalificar y apañar al otro como enemigo, es decir, al indígena aymara (Ibídem: 138. El resaltado es nuestro).
Dicho en otras palabras, el movimiento por la capitalía (re)utiliza un sentimiento racista ya preexistente en toda la sociedad sucrense (se supone que tanto en sus capas más aristocráticas como populares, tanto en un migrante como en una persona que vive en el centro de la ciudad, tanto en un banquero como en un albañil), para generar violencia contra los indígenas presentes en la Asamblea Constituyente, tanto es así que los autores sostienen que con “dicha demanda (de capitalía plena) se remueve en la memoria histórica de la sociedad sucrense, el referente aristocrático que domina el imaginario capitalino, una quimera asentada en la idea de que por las venas de los sucrenses corre sangre azul” (Ibídem: 143).
Al respecto, surgen algunas preguntas: ¿si la ciudad es racista, cómo es que en las elecciones presidenciales de 2005 como en la de constituyentes gana el MAS con Evo Morales de manera contundente? Si el racismo es el aspecto que moviliza a los sucrenses bajo el “mito fundante” de la batalla de Ayo Ayo, ¿cómo se puede explicar que esto también se presente en las capas migrantes y populares de la ciudad, cuyos referentes identitarios no están anclados en referencia a este hecho histórico que desconocen y no tienen, ni de lejos, la idea de que por sus venas corre sangre azul? ¿Cómo se explica que en el transcurso del conflicto una de sus asambleístas, Savina Cuéllar (migrante y chola), haya renunciado al MAS para apoyar al Comité Interinstitucional? ¿Es posible que el factor de activar cierta memoria colectiva, como es el “mito fundante” de Ayo Ayo, sea suficiente para comprender el conflicto por la capitalía? Finalmente, ¿es posible decir que todos los que participaron en las movilizaciones eran racistas?
Son preguntas hasta ahora sin respuesta, ya que en nuestro criterio los análisis reseñados no buscan comprender el fenómeno, sino demostrar los determinantes sociales e históricos de una sociedad que, de antemano, se califica de racista.
Uno de los aspectos que llama la atención en los textos mencionados es la irrelevancia que le dan a las acciones y discursos de dos de los actores estratégicos importantísimos en el conflicto: la directiva de la Asamblea Constituyente y el gobierno, que sin duda afectaron de manera notable el decurso del conflicto, ya con la indiferencia, con la denostación o con el ataque político no hicieron otra cosa que darle legitimidad y respaldo a las acciones violentas de los cívicos y legitimar sus acciones y demandas. Si bien no se puede desconocer las manifestaciones racistas del conflicto, tampoco se puede afirmar que esa sea la única causa para los niveles de violencia y protesta que alcanzó el movimiento social.
En suma afirmamos que el conflicto generado por la demanda de Capitalía Plena es mucho más complejo en sus determinaciones regionalistas, identitarias y de actores estratégicos, para reducirlo simplemente a motivaciones racistas, como suelen suponer los análisis reseñados. 




BIBLIOGRAFÍA

Tapia, Luis
2007                                “Democracia, poder y cambio político en Bolivia”. En: Poder y cambio en Bolivia, La Paz: PIEB.

Tórrez, Yuri (et al.)
2003                Los jóvenes en democracia. La cultura política de la juventud cochabambina, La Paz: PIEB.
Torrico, Martín
2008                Racismo y regionalismo en el proceso constituyente. La Paz: Defensor del Pueblo y Universidad de la Cordillera.



[1] Es interesante ver cómo para Torrico, los niños inoculan racismo en sus oyentes: “Las personas que los escuchan no pueden más que sentirse imbuidas por el respeto que impone el sitio fúnebre y por la condición infantil de los recitantes. Además como los auditores suelen encontrarse en un estado emocional intenso, pues visitan las tumbas de familiares y amigos, la narración y el monumento contribuyen a que construyan íntimamente un vínculo entre su tema familiar privado con el tema patriótico y público” (2008: 52).

martes, 18 de septiembre de 2012

¿QUIENES SON LOS COOPERATIVISTAS MINEROS?


Las últimas noticias se han centrado en el conflicto sucitado por los cooperativistas mineros, quienes dinamita en mano pretenden doblarle el brazo al gobierno a a la minería nacionalizada.  A continuación presento algunos datos que nos pueden acercar a comprender este actor político y social, aclarando que los datos tienen relación con los cooperativistas mineros potosinos.

Las cooperativas mineras tienen una larga tradición histórica ligada a la práctica de la época colonial denominada kajcheo, que consistía en que cada fin de semana los trabajadores de las minas se internaban, por su propia cuenta y riesgo, en las galerías subterráneas para producir el mineral (Absi, 2005: 17-18).

Fue en 1952, en el marco de la Revolución Nacional, que se institucionalizó a las cooperativas mineras y se las potenció, productiva y económicamente. Las minas de Cerro Rico que pertenecían al empresario privado Mauricio Hochschild, uno de los “Barones del Estaño”, pasaron en una buena porción a manos de los kajchas que las recibieron en calidad de concesiones mineras: al pagar por el arriendo un 2% del valor de la producción, pudieron tener un alto margen de independencia hacia el Estado (Absi, 2005: 26).

Un dato llamativo, para comprender las relaciones entre la sociedad potosina y los cooperativistas, es el origen de los últimos. Según el estudio de Absi:

… más de la mitad de los trabajadores (57,16 %) son originarios de las provincias del departamento de potosí, un 40,57 % son nacidos en la propia ciudad y solo un 2,25% provienen de otro departamento, y todos son, en la mayoría de los casos, personas que provienen de regiones mineras o de familias mineras (Absi, 2005: 34).

Estos datos llevan a la autora a pensar que la inserción citadina de los cooperativistas mineros está marcada por la marginalidad, ya que

… su estatus específico es distinto del de los campesinos y de la elite urbana, pero también del estatus de la clase popular de los cholos, con los cuales comparte, no obstante, muchas prácticas socioculturales y espacios vitales (Absi, 2005: 63).

En el plano político, se asocia al minero con la incapacidad de generar discursos políticos, con su arribismo y con la virulencia de sus protestas que le daría, no obstante, la capacidad de definición política en virtud de su disposición y habilidad para el manejo de la dinamita, que los convierte de facto en una fuerza cuasi militar.

Por otra parte, se debe destacar el rol económico social de las cooperativas mineras. Según las cifras brindadas por el estudio de Jocelyn Michard, en 2008, 60.000 personas trabajaban en las cooperativas mineras en Bolivia, es decir 90% del total los trabajadores mineros del país; paradójicamente, su aporte al producto minero sólo llega a 20% (Michard, 2008: 8). De éstos, las personas que trabajan en las cooperativas de Cerro Rico llegarían a 12.000 según los datos de su organización matriz, con muy buenas remuneraciones en las épocas de alta cotización del mineral, pero muchos sin seguridad ni derechos laborales (El Potosí, 20.11.06).

BIBLIOGRAFÍA

ABSI, Pascale
2005      Los ministros del diablo. El trabajo y sus representaciones en las minas de Potosí. La Paz: PIEB-IFEA.

MICHARD, Joselyn
2008      Cooperativas mineras en Bolivia. Formas de organización, producción y comercialización. Cochabamba: CEDIB.

Hemerografía

El Potosí

jueves, 30 de agosto de 2012

ALCALDÍA DE SUCRE: MUCHOS ALIADOS Y POCA GESTIÓN


Las noticias que tenemos de la alcaldía no son nada alentadoras. Hay denuncias y peleas entre los componentes de la coalición, con acusaciones mutuas de obstruccionismo, corrupción, nepotismo y “pequismo”, que no hacen otra cosa que mostrar una alcaldía en crisis, sin rumbo y horizonte. De esta manera, el importante respaldo y legitimidad conseguido en las urnas por Moisés Torres Chivé, corre el riesgo de convertirse en desazón e indiferencia en la ciudadanía.
A continuación tratamos de ensayar algunas explicaciones que pueden ayudarnos a entender este fenómeno:
a)      Ausencia de sintonía entre el Ejecutivo y el Consejo municipal. En el municipio de Sucre se da la paradoja de que el Consejo responde a una correlación de fuerzas del año 2010 y el alcalde a una realidad política del 2012; de esta manera no solo que hay concejales que están sobrerepresentados como agrupación ciudadana, sino que algunos de ellos no representan a ninguna fuerza política porque ella ha dejado de existir, es el caso de Nueva Alternativa Ciudadana NA-C, por ejemplo. Ante este panorama es lógico que estos actores, basen sus estrategias políticas en meros proyectos personales y no políticos y negocien a cada momento su respaldo al Alcalde.

b)      Limitada capacidad de maniobra política del alcalde. Como se sabe, Moisés Torres es producto de una rápida e inédita coalición que hace que, a nivel interno, haya una ausencia de un eje ordenador que sea capaz de cohesionar a las diversas fuerzas que componen la coalición que, como se sabe, formalmente son el UN, PAIS y LIDER donde también existen grupos informales que presionan por cuotas de poder . Lo que más se asemeja a la alcaldía actual, es a un conjunto de pequeños feudos que antes que coordinar, disputan entre si, impidiendo y ralentizando la gestión municipal.

Por tanto, no se nota el cambio prometido. La alcaldía no solo que no arranca con proyectos, sino que no puede cumplir mínimamente  su rol de ordenador de la ciudad.  Sucre sigue sumida en el desorden y el caos automotor, con calles donde cada vez hay menos espacio para el ciudadano que, atónito, tiene que caminar por  veredas inundadas por comerciantes de toda laya; las calles han sido convertidas en ferias permanentes; los barrios se inundan de basura y uno tiene la sensación de que la gestión del Alcalde tiene otras preocupaciones, menos la suerte de la ciudad.
Ante esto la gestión de Moisés Torres ha tratado de “mediatizar” su gestión (hacer ver en los medios de comunicación aquello que no se da en la realidad): como no existen políticas para eliminar la venta y consumo masivo e indiscriminado de alcohol, genera noticias donde al alcalde se lo ve echando al caño miles de litros de leche de tigre; como el problema de la higiene y la basura es cada vez más apremiante, algunos sábados, el alcalde, ayuda a limpiar los mercados y algunos barrios; como el problema de tráfico vehicular es cada vez más intolerable, coloca una cuantas simpáticas e insuficientes cebras en el centro de la ciudad.
Todo esto ha configurado un panorama de debilidad política del Alcalde, que hoy sufre las mismas paradojas que tuvo la gestión de la exprefecta Sabina Cuellar: muchos aliados, pero poca gestión; muchas alianzas pero pocos proyectos; muchos amigos pero pocas pegas.

sábado, 18 de agosto de 2012

SOBRE DECRETOS, PREMIOS Y REALIDAD EDUCATIVA EN BOLIVIA


El pasado lunes 13 de agosto, el presidente Evo Morales promulgó el D.S. 1322, que autoriza a las universidades públicas el uso de hasta el  2% de los recursos económicos que reciben del Impuesto Directo a los Hidrocarburos, para cubrir los gastos de titulación gratuita a los estudiantes más destacados, es decir a los que tengan mejores notas y egresen en cinco años.
A primera vista el decreto parece digno de aplauso  ya que premia a los más esforzados, a los más estudiosos, a los que se han “rajado” noches y días en su estudio. Sin embargo, por las consideraciones que hago más adelante, este tipo de políticas no obstante sus buenas intenciones esconden una cosa grave: sancionan inequidades de partida, es decir premia a los que han accedido a más y mejor educación primaria y secundaria en colegios privados y, relega, a los que, dadas sus condiciones económicas, han tenido que estudiar en colegios fiscales.
Para probarlo recurro a mi estudio titulado Examen de ingreso a la Universidad, composición de la matrícula universitaria y mercado de trabajo profesional en Chuquisaca,donde, a partir de datos provenientes de la  Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca, muestro que la tasa de aprobación en el examen de ingreso de  los alumnos de los colegios privados puede llegar al  98% y de los estudiantes de un colegio fiscal tan solo al 54%. En otras palabras: de diez postulantes de los estudiantes de colegios privados ingresan 9 y de los colegios fiscales tan solo 5.
 Dada esta realidad, es razonable suponer que los estudiantes que egresan con el mejor rendimiento académico en la universidad  sean los que estudiaron en colegios privados y no de fiscales, con lo que se otorga recursos económicos estatales a estudiantes que no necesitan de esa transferencia. Por tanto, sin dejar de realizar incentivos a los mejores alumnos, se debe pensar en mejorar las condiciones “de partida” de todos los niños y jóvenes en este país, lo que supone, necesariamente, diseñar políticas tendientes a mejorar la educación fiscal.  
Mi artículo Examen de ingreso a la Universidad, composición de la matrícula universitaria y mercado de trabajo profesional en Chuquisaca se puede bajar aquí
http://mt.educarchile.cl/MT/jjbrunner/archives/Examen%20de%20ingreso%2C%20matr%C3%ADcula%20y%20mercado%20de%20trabajo%20profesional%20%281%29.pdf


miércoles, 15 de agosto de 2012

CUSI Y LOS VAIVENES DISCURSIVOS DE LA OPOSICIÓN

Cuando el magistrado Gualberto Cusi defendió la hoja de coca como consejera para sus fallos, la católica, racional y moderna oposición boliviana lo trató de ignorante, primitivo y falto de razón.
Hoy, que denuncia los manejos del gobierno para obtener fallos a su favor, la misma oposición católica, racional y moderna lo defiende y casi lo llama héroe. 

Tenemos una oposición cuyo rasgo principal es la permanente metamorfosis discursiva: un día denuncia que Evo es nuevamente padre y luego dice que no dijo lo que dijo; un día dice que nunca cumplirá la nueva CPE "manchada con sangre" y luego dice que "hará respetar la nueva CPE"; un día dice que que Cusi debe dejar de ser magistrado y hoy lo defiende a capa y espada. ¿Será mucho pedir coherencia a la oposición y al gobierno un mínimo de sensatez?

domingo, 8 de julio de 2012

¿PUEDEN LOS VIEJOS PARTIDOS VOLVER AL PODER?

Luego del golpe a Lugo en el Paraguay, en las próximas elecciones de 2013 puede volver el viejo Partido Colorado, al que Lugo y sus seguidores habían creído derrotado para siempre. En México, el PRI, vuelve al poder con Enrique Peña Nieto luego 12 años de permanecer fuera del poder. En nuestro país, algunos sospechan, a partir de esta nueva realidad, que partidos como el MNR o el MIR pueden volver al escenario político con capacidad de enfrentarse al poderoso MAS. ¿es posible esto? Martin Tanaka en un artículo de su blog http://martintanaka.blogspot.com/2012/07/los-viejos-habitos.htmlnos menciona que sí, que eso es posible siempre y cuando se den algunas condiciones como ser:
a) Los viejos partidos deben evitar el desbande, mantener sus posiciones en el congreso o en cargos políticos clave.
b) Deben reinventar su imagen con cambio de líderes y cambio de discursos
c) Deben tener capacidad para consolidarse en el poder y aprovechar la mala gestión del partido en el poder.
¿Cuánto de esto está haciendo la oposición?, pues poco de lo primero, nada de lo segundo y bastante de los tercero.

miércoles, 30 de mayo de 2012

LAS ESTRATEGIAS DE LA OPOSICIÓN POLÍTICO PARTIDARIA


Como se sabe, la oposición político partidaria tiene poca efectividad, lo que quiere decir que, por más que se esfuerce no tiene ni idea de cómo frenar y menos cambiar las políticas que vienen desde el ejecutivo masista. De hecho, en ninguno de los casos en que el MAS ha tenido que recular, la oposición partidaria ha sido relevante. Por ello es que ha adoptado dos estrategias:

a) La estrategia “ buitre” , que consiste en que, como esas aves negras y temibles, espera con expectativa los desenlaces de los conflictos en Bolivia. Sabe que luego de la pelea, de los gases lacrimógenos, de los bloqueos y de las piedras hay un desgaste físico del gobierno y que eso le puede servir de nutritivo alimento. Pasó con el TIPNIS, con la última huelga médica y con los conflictos regionales.

b) La estrategia “pulguita”, que consiste en desplegar un conjunto de medidas destinadas a incomodar al gobierno, a hacerle la vida más dura, menos tranquila, menos feliz en suma. Estas medidas van desde los chillidos agudos en la Asamblea Legislativa, pasando por la denuncias grandilocuentes y muchas veces sin fundamento hasta, como lo hace el Senador Róger Pinto declararse perseguido político, pidiendo asilo a Brasil, con la esperanza de generar algún impacto mediático a escasos días de la Asamblea de la OEA.

Lo triste es que, pese a las estrategias que adopta la oposición partidaria, hasta ahora solo ha logrado ser una oposición “osito panda”: bonitos, raritos y manchaditos pero sin capacidad de reproducción a gran escala.

jueves, 24 de mayo de 2012



                               LA CIUDAD DE SUCRE EN 1909

Hace cien años la ciudad de Sucre atravesaba la peor crisis de su historia: sus principales flujos económicos y comerciales habían sido rotos; su elite económica, otrora asentada en torno a los llamados “barones de la plata” fue sustituida por los no menos poderosos e influyentes mineros del estaño y, gobernaba Bolivia, el liberal, Ismael Montes, líder del Partido que se había enfrentado a los sucrenses en la Guerra Federal.

La conmemoración del centenario del 25 de mayo de 1809, no lucía muy prometedora, literalmente lo vientos soplaban en contra. Sin embargo se festejó y se homenajeó con dignidad y grandeza. La elite sucrense, con una lúcida visión encontró en los festejos del centenario la posibilidad de insuflar fe y esperanza a un pueblo que, a nueve años de la guerra federal, probablemente se sentía derrotado. Sabía que los hechos históricos y sus narraciones son letra muerta si no sirven para crear futuro o para inventarse uno. El 25 de mayo se ofrecía como una magnífica ocasión para recordar un glorioso pasado donde los sucrenses puedan reconocerse e identificarse. Así se hizo.

Se arbolaron parques, se refaccionaron obeliscos; se descubrieron las estatuas de Sucre y Monteagudo; se ejecutaron varios desfiles; se desarrollaron reuniones y encuentros; se presentaron exposiciones, certámenes literarios y musicales; se hicieron fiestas, bailes y partidos de fútbol y, en homenaje al 25 de mayo, se entregó la primera Normal de maestros, todo, en presencia del Presidente Ismael Montes, de su heredero político Guachalla y de José Manuel Pando, a quienes los imaginamos sorprendidos por tantas muestras de civismo y organización.

Llama la atención de estos festejos dos cosas: la adhesión de los estratos populares y, la ausencia, o mejor, prescindencia del Estado. Si bien Sucre en 1909 es una sociedad estamentaria, donde se mantienen las odiosas diferencias entre castas, que hacen que los indios y mestizos no participen de las definiciones políticas, los festejos del centenario antes de separarlos los incluye, antes de impedir su participación los invita. De este modo, los festejos se hacen verdaderamente numerosos y apoteósicos, dignos de un hecho histórico como el 25 de mayo de 1809 que, dicho sea de paso, hubiera sido imposible sin la participación de la llamada plebe. Así, junto a la elite, junto a los Arce, Abecia, Argandoña, Paravicini, Lambertin y Sainz, participan los albañiles, hojalateros, músicos, guitarreros, aurigas, matarifes, cigarreros, sastres; sociedad de socorros mutuos, escuelas fiscales, particulares, municipales y orfanatorios, en un homenaje a la ciudad muy pocas veces visto.

Por otro lado, sin lágrimas y sin rencores, toda esta organización responde al interés y determinación de un grupo de personas que prescinden casi en todo de la colaboración del Estado. Llevan a cabo la conmemoración del Centenario con los aportes de su propio dinero y de la población que, entusiasta, se adhiere a los festejos. Prueba de ello son los monumentos de Sucre y Montegudo cuya comisión, a la cabeza de Urriolagoitia y Sainz, trabajó desde 1907 con este propósito. Ni qué decir de otras, como la refacción de la Basílica Metropolitana, donde se gastó más de 100.000 bolivianos, mitad de los cuales corresponde a los donativos de la feligresía sucrense.

Las comparaciones, en este caso, son inútiles. Nadie, razonablemente puede pensar que el mayo de 1909, fue igual o peor que el de 2012: son otras las situaciones y otros los contextos. Sin embargo, si algo distingue a los hombres y mujeres que organizaron los festejos del centenario en 1909 es que ellos conocían de historia y tenían un concepto nada frívolo de su responsabilidad.

miércoles, 23 de mayo de 2012

jueves, 17 de mayo de 2012

REGIONALISMO E IDENTIDAD



ALGUNAS CLAVES HISTÓRICAS PARA ENTENDER LA IDENTIDAD SUCRENSE

Franz Flores Castro[1]
Introducción
Se suele decir que las identidades se construyen en relación al otro para establecer tanto diferencias o similitudes reales y otros imaginadas que son base para la acción social y política. Al ser una construcción, no están dadas de una vez y para siempre, sino que son producto de un largo proceso histórico, muchas veces olvidado, pero que se va resignificando en los actores sociales y en sus devenires.
A continuación presentamos algunos elementos históricos que pueden servir de punto de partida para acercarnos a la identidad colectiva sucrense. Para ello, hacemos un recorrido por la forma como se ha ido manifestado el regionalismo en Sucre desde 1825.
La disputa intelectual por la primogenitura del grito libertario
Para José Luis Roca, una de las formas de expresión del regionalismo es la pugna “por regiones rivales por constituirse en hegemónica” (Roca, 2005: 27); por lo tanto es una disputa política por la búsqueda del dominio del sentido y acción estatales a favor de una determinada región y que está determinada por la capacidad económica de sus clases dominantes. Así, los años del dominio conservador (1884-1900) coinciden con la primacía de la región sureña de Chuquisaca, la de los llamados Patriarcas de la Plata  y la del dominio liberal (1900-1920) con la hegemonía del norteño departamento de La Paz.
Desde inicios de la república en 1825, Sucre es una ciudad que constituye su identidad en pugna con La Paz, con quien disputa la capitalía y en base a la cual diseña algunos rasgos de su identidad.
Esta lucha por ser la capital de la república tiene que ver con el lugar y la fecha donde se dio el primer grito libertario: los chuquisaqueños defienden que fue el 25 de mayo de 1809 y los paceños el 16 de julio del mismo año. A pesar de que, como resulta obvio, la sucesión cronológica da la razón a Sucre, los paceños sostienen que lo de Mayo no fue una revolución, sino una simple revuelta que nunca pidió libertad por que defendió a Fernando VII, preso de la tropas de Bonaparte; los sucrense replicarán que esa defensa era sólo un hábil estratagema diseñado por los llamados “doctores de Charcas” para esconder los fines de la revolución. Se trataba de una discusión fundamentalmente académica que, como nunca en nuestro país, estuvo ligada a la discusión y disputa política.
En esa medida, durante todo el siglo XIX, la intelectualidad chuquisaqueña discutió defendió y argumentó la llamada primogenitura de la revolución del 25 de mayo de 1809 en la ciudad de La Plata, frente a la del 16 de julio del mismo año en La Paz. No era una cuestión menor ya que dependiendo de los resultados de esta discusión, la región demostrara la primogenitura, podía justificar ser la capital de la república.
La Sociedad Geográfica y de Historia Sucre, fundada en 1886, fue parte activa de este debate, ofreciendo para ello estudios historiográficos y documentos inéditos que eran publicados en su Boletín. En esta sociedad estaban reunidos los más reconocidos intelectuales sucrenses de la época como Nicanor Mallo, Aniceto Solares, Agustín Iturricha y Valentín Abecia, cuyos pensamientos y posiciones ejercieron una notable influencia en la construcción de la identidad sucrense, ya que aunque los intelectuales en Bolivia “no fueron sino un puñado de personas en medio de una sociedad casi analfabeta y mayoritariamente campesina, su peso se dejó sentir en la opinión” (Romero, 2007: 17).
La Guerra Federal de 1899 y los festejos del Centenario del 25 de mayo de 1899
Este es el ambiente social y cultural presente al momento de estallar la Guerra Federal. Este conflicto, si bien portó formalmente las banderas del federalismo, en los hechos contenía una estrategia política del Partido Liberal, sin posibilidades de llegar al poder desde 1884, para trasladar definitivamente la sede de gobierno de Bolivia a la ciudad de La Paz, golpeando a los conservadores sucrenses en el poder.
La Guerra Federal fue para los chuquisaqueños una derrota política que afectó fuertemente a las élites locales que, de pronto, se vieron frente al hecho de que ya no convenía insistir en el tema de la primogenitura del grito libertario. Tanto es así que uno de los uno de los historiadores chuquisaqueños que con más énfasis había participado en la discusión en torno a la “primogenitura”, como era Valentín Abecia Ayllón, llegó a señalar que:

Si como está probado hasta la evidencia, la idea de la emancipación americana vino incubando en los hombres más avanzados de Sur América que residían en las principales capitales del virreinato, no hay para qué discutir cuál de ellas tuvo la primacía en la revolución, porque este acto, lo hemos repetido varia veces (…) ha sido el brote de toda una colectividad (…) debió estallar él en los centros más civiles así como pudo haberse iniciado simultáneamente en diversas capitales. (en Álbum del Centenario, 1909: 136, resaltado nuestro).
Por tanto, las élites sobredimensionaron otro componente de su dispositivo identitario como el de ser la región, más propiamente la ciudad, donde se atesoraban las costumbres más distinguidas y se encontraba la nobleza más rancia, herencia de la cultura y sangre española.
Los festejos del centenario de la revolución del 25 de mayo 1809 fueron una oportunidad para demostrarlo. En un ambiente marcado por el dominio liberal y con la presencia del Presidente Montes, se organizaron los actos y fiestas de conmemoración de la revolución de 1809 que sirvieron para
… reafirmar su imagen de aristocracia culta y refinada que atesora la cultura española, una élite de gustos finos y delicados que no pueden encontrarse en otros puntos del país. Buscaban afanosamente reafirmar su dominio simbólico, recreando un pasado glorioso. El centenario del 25 de mayo de 1809 fue un motivo para recrear esta identidad (Flores, 2009: 335).
De esta manera las fiestas se realizan en el Club de la Unión, el lugar más aristocrático de la ciudad; los vestidos y trajes compiten en lujo y distinción y los discursos subrayan el hecho de si bien Sucre había iniciado la independencia de España, esa ruptura era solo política, más no de sangre ni cultura. Como decía el munícipe José Carrasco, en el banquete municipal:
… cuando la América se sintió fuerte para desligarse de la patria potestad, luchó por su independencia, y una vez obtenida, devuelve a España su cariño y su amor cual hijo que se independiza a pesar de los esfuerzos de la madre para detenerlo en su hogar. Por eso me parece oportuno recordar en esta ocasión a la patria de nuestros abuelos y cuya generosa sangre, corre por nuestras venas, transmitiéndonos su heroísmo, su valor y carácter caballeresco (Álbum en Flores, 2009: 245).
La elite local, sin una capital política de la cual enorgullecerse, se refugió en su pasado glorioso y noble para reinventar el imaginario local. Si bien nunca dejó de lado e postulado de que Sucre fue el lugar del primer grito libertario, la elite empezó a reinterpretar la historia exaltando los rasgos nobles y señoriales de su pasado colonial, para diferenciarse de otras regiones
A este rasgo se debe añadir el otro rasgo del regionalismo descrito por Roca que es la relación entre el Estado y las regiones. Para este imaginario, la situación de pobreza de Sucre se debe a que, desde el establecimiento de la capital en la ciudad de La Paz, la región ha sido sistemáticamente postergada sin un presupuesto que atendiera sus necesidades. Por tanto, a diferencia de otras regiones, el subdesarrollo chuquisaqueño tendría como referente un año concreto, 1899 y un culpable, la lógica centralista de los sucesivos gobiernos.



Sucre, mayo de 2012




[1] El autor es docente de la USFX y miembro de InvestigaSur

martes, 8 de mayo de 2012

¿El gobierno confía más en la política o en la policía?


Uno de los datos centrales del actual panorama político es la presencia de conflictos, lo dice la fundación UNIR que menciona que desde 2011 se observa una tendencia creciente al endurecimiento y a la violencia en los conflictos, ya que solo en los tres primeros meses de este año hubieron 300 conflictos.  En este breve artículo ensayaremos algunas ideas sobre  la forma en que el gobierno lee los conflictos.
Una primera constatación tiene que ver con el hecho de que el gobierno enfrenta los conflictos como si todos ellos tuvieran carácter conspirador, como si ellos buscaran derribar al gobierno y truncar el/su proceso de cambio. Esta constatación, hace que el gobierno tenga tres fases en su respuesta a los conflictos.
La primera consiste en el ninguneo, el gobierno minimiza para la sociedad y para sí mismo la importancia del conflicto, percibe que sus actores son incapaces de generar mayor repercusión política, la segunda parte es la descalificación de la demanda y del conflicto con acusaciones fuera de tono y de lugar  y la tercera es el represión pura y dura.  
El problema con este tratamiento del conflicto es que no es un tratamiento político, en el sentido de la política entendida como construcción del bienestar común entre actores diversos, sino de un tratamiento que más bien aniquila la política ya que no mira al otro como una fuente de información o de opinión a tomar en cuenta, sino como un factor de desestabilización política al que (necesariamente) se debe vencer y hasta humillar.  Por ello es que la forma en que se construye la estrategia política de gobierno, poco tiene que ver con la política y sí mucho con la policía, mucho con sus reportes de inteligencia y poco con una red de actores políticos propios que le permitan mayores y más acertados consejos y rutas para enfrentar el conflicto. Da la impresión que en estos casos como en muchos otros, el gobierno no toma en cuenta a su propia militancia ni a sus propios aliados, sino que construye sus medidas en un riguroso y peligroso solipsismo que lo aleja no solo de la sociedad sino de su propia base social.
Una de las grandes fortalezas del MAS fue el haber emergido de un movimiento social y político que buscaba ampliar la democracia, hacerla más inclusiva, más participativa. Ese era su norte y su brújula, imprescindibles guías que hoy parecen estar olvidadas o, peor aún, perdidas.

viernes, 4 de mayo de 2012

LA TERCERA DERROTA POLÍTICA DEL GOBIERNO ¿QUÉ VIENE DESPUÉS?



Como es sabido el gobierno en un acto de urgente sobrevivencia ha declarado en suspenso el Decreto Supremo 1126 que disponía la extensión de la jornada laboral de los médicos y trabajadores en salud de 6 a 8 horas. Al respecto cabe hacer algunos apuntes:
a)      Uno de los datos centrales es este conflicto reveló la presencia política de las clases medias en la política boliviana: médicos y estudiantes universitarios de ingresos medios han aparecido en el conflicto con una alta capacidad definitoria, han mostrado su rostro en la política boliviana dominanda por el evismo y han ganado.  ¿el MAS deja de ser una opción urbana?

b)      Nuevamente se muestra la nula capacidad estratégica del gobierno para plantear una medida política de corte radical o profundo. No pudo detener la virulencia de la protesta ni menos su violencia, y su falta de explicación de la propuesta determinó que sus aliados o su base social hayan permanecido indiferentes, es más, como en el caso de la COB, respaldando a los médicos.


c)      Se trata de la tercera derrota política del gobierno del MAS y de su líder Evo Morales, que tiene de recular y volver sobre sus pasos: primero fue el Gasolizano,  segundo la marcha del TIPNIS y el tercero es el decreto de las ocho horas, ¿Qué vienes después? No lo sabemos, lo cierto es que el gobierno debe entender que no se puede ganar ninguna batalla política si solo se confía en la capacidad e intuición del líder y se deja de lado la estrategia política.

lunes, 30 de abril de 2012

LA SOCIEDAD TRUCHA


Debe pasar algo raro en la sociedad cuando a sus ciudadanos se les hace difícil encontrar la diferencia ente lo legal y lo ilegal, entre lo lícito y lo ilícito o, simplemente entre lo que es bueno de lo malo. Hay algo incómodo en ver cuando las personas se hacen insensibles al delito, cuando ven la ilegalidad como algo normal, cuando transgredir la norma se hace cosa de todos los días.
Una de ellas es la comercialización de productos culturales falsos, lo que la imaginería popular ha bautizado como truchos. Hoy productos como los libros falsos, es decir fotocopias de libros  que son populares o medianamente exitosos se venden por doquier, casi a cada paso, en las mismas narices de la ley y de impuestos nacionales. Los podemos ver acogidos en las plazas o paseos de las ciudades de Bolivia o dentro de las propias instituciones estatales, así no es raro que la propia alcaldía promueva Ferias de Libros donde la mayoría de los puestos de venta ofrezcan libros que son una devaluada fotocopia que tanto importa que sea de autores nacionales o extranjeros, ya que tanto se puede hallar un libro trucho de una novela de Mario Vargas Llosa como una lectura obligatoria de secundaria de Isabel Mesa de Inchauste; tanto una obra histórica del bolivianista Herbert Klein como un libro de Federico Nietszche, tanto las tiras cómicas de Mafalda como un recetario de cocina. Al negociante trucho poco le importa el origen, el autor o el título de los libros: su trabajo es vender y ganar dinero a costa del trabajo de los demás, en este caso a costa de los escritores.
En todas las épocas los intelectuales han sido explotados o su trabajo ha sido mal remunerado. En general los escritores han vendido y venden su trabajo a una editorial que, bajo la hipótesis de las ideas contenidas en el libro son menos valiosas que las hojas que componen el libro, otorga una pequeña parte de sus ingresos por ventas a los escritores que tienen que sobrevivir con esas migajas que les da la empresa.  Por ello sería que Camilo José Cela dijo en La Colmena, uno de sus libros más afamados, que “el escritor es bestia de aguantes insospechados, animal de resistencias sin fin, capaz de dejarse la vida a cambio de un fajo de cuartillas en el que pueda adivinarse su minúscula verdad”. 
Sin embargo, con el libro trucho  ocurre algo en verdad peor: el escritor no recibe ni siguiera esas infames migajas que le reparte el angurriento empresario, el autor no recibe ni un solo centavo, toda la ganancia se va al fotocopiador de libros  quien, feliz con la ausencia de Estado y con la mirada admirativa y condescendiente de la sociedad, logra ganancias a costa del trabajo de otros, ni más ni menos como si estuviéramos en el esclavismo.
Esta forma de esclavismo, -que se esconde y se justifica detrás de la máscara de que se trata de personas pobres que no tienen otro ingreso para sobrevivir-,  hoy ha formado una próspera sociedad diríamos internacional, globalizada, donde hay un grupo de empresarios que se encargan de la copia del libro, otros de su distribución y otros de la venta al menudeo, sin duda con buenas ganancias, que no llegan en ningún caso al autor o los autores de los libros.
Lo grave de todo esto es que la sociedad no sanciona este tipo de actividad y menos el Estado la condena, sino que hasta la promueve bajo el criterio de que la cultura debe ser barata y mejor si es gratuita, desconociendo los derechos a un trabajo justo y remunerado de escritores e investigadores que tuvieron el grave pecado de producir buenos libros para que otros se aprovechen de ellos.

jueves, 15 de marzo de 2012

DE COCA, DIOSES Y JUSTICIA

   Si hay algo que caracteriza a un juez o magistrado es vivir con el fantasma de la  equivocación, de emitir un fallo no solo no basado en la ley sino sustentado en datos falsos y fuentes dudosas. A menudo, los jueces antes de dictar sentencia tienen que leer miles de páginas y escuchar otro tanto de acusaciones y alegatos, tienen que sopesar testimonios, y evaluar documentos y argumentos jurídicos. Eso, sin contar con las presiones de toda índole que tienen que soportar o convenir a diario, en medio de un sistema administrativo escandalosamente lento e indolente.
Qué duda cabe, una fuerte incertidumbre corroe los días de los jueces  debido, entre otros factores, a que tienen que decidir, con sus veredictos y dictámenes, con la absolución o la condena, los destinos de personas que no conocen y que, probablemente, nunca quisieron conocer.
Será por ello que, contraviniendo toda lógica de un estado moderno, ese estado que tras largas luchas por la racionalidad ha separado las esferas de la Iglesia y del Estado, muchas veces en los actos públicos vemos a los administradores de justicia acompañados de altos jerarcas de la iglesia, haciendo bendecir oficinas y propiedades, asistiendo a misas, iglesias, romerías y santiguándose cada vez que cruzan por la puerta de una iglesia. Los jueces creen y confían en dios  tanto que, en sus discursos, en el momento de la lectura del párrafo final,  llegan a pedir al santísimo que “ilumine y oriente” sus fallos para así contribuir a una mejor justicia.
Por ello, no sería sorprendente, si un acucioso periodista preguntara a uno de estos jueces si apelan a alguna divinidad para que les oriente en un fallo complicado y comprometido, el Juez responda que sí, que muchas veces van a una iglesia a que dios coloque en sus testas sabiduría allá donde solo hay confusión y lucidez allá donde solo existe abandono y vacío. Y lo pueden declarar públicamente, sin que por ello sus palabras se conviertan en noticia ni sus personas en anzuelo fértil de la audiencia televisiva.
Todo lo contrario resulta cuando un periodista pregunta a un magistrado indígena qué mecanismos utiliza para “consultar” sus fallos, más aún cuando estos son difíciles o complicados.  La respuesta del magistrado Gualberto Cusi de que usa la coca para aconsejarse en sus fallos, ha despertado algo así como un ataque de modernidad; han reprochado al magistrado que los fallos deben estar apegados a la ley  y no a alguna divinidad, en este caso la coca, cuya consulta a los críticos se les antoja cercano a la superstición sino es que a la brujería y, como manifestó uno de cívicos cruceños, una muestra de la ignorancia del pueblo boliviano.
Que todos los fallos deben estar apegados a la ley estamos plenamente de acuerdo. El sistema judicial debe estar lo más alejado posible de su relación con cualquier tipo de creencia, sea de dioses occidentales o de dioses andinos.  Pero no es posible que una creencia sea tolerada y aceptada y otra tachada de superstición y brujería. Una muestra del racismo moderno es catalogar ciertas culturas como atrasadas y carentes de espíritu moderno, como formas de la ignorancia y de la carencia de cultura del pueblo.
Si hemos de ser modernos, seámoslo de manera coherente suprimiendo toda práctica que muestre un poder judicial ligado a alguna iglesia, divinidad o creencia. 

miércoles, 25 de enero de 2012

Ronaldiño a mas de 4000 metros sobre el nivel del mar

Cuenta la leyenda que en tiempos algo remotos, en Potosí, una ciudad minera que tiene la rara costumbre de creer en dios y en el diablo a la vez, un señor de apellido Blanco, que vivía de la harina, los fideos y las telas que proveía a las familias potosinas, tuvo la genial idea de comprarse un equipo de fútbol llamado Bamin Real Potosí que, en los años noventa, tuvo tantos éxitos y triunfos como altas fueron las cotizaciones y ventas de minerales.

Potosí, una ciudad, en que la mitad de la gente se gana el sustento diario de lo que le extrae a las minas de su Cerro Rico y la otra mitad vive de lo que le vende a los mineros, hoy tendrá, una vez más, su momento de mayor gloria: el equipo de sus amores, Real Potosí, enfrentará al Flamengo de Brasil, el equipo de crack Ronaldiño, pidiéndole a todos los dioses un milagro utópico e imposible: que Ronaldiño haga su más fulgurante, único e inolvidable partido y que, sin embargo, su equipo, el Flamengo, pierda.

martes, 17 de enero de 2012

El juego de los que sobran

Los acontecimientos de la cumbre política, aunque inquietantes, no son sorprendentes: una parte de la oposición (UN, CN, MSM), buscó pretexto para abandonar la reunión: si no eran que los medios tenían que estar en ella, hubiera sido la agenda, si no era la agenda hubiera sido la gestión de gobierno, si no hubiera sido la gestión el color de los vasos... en fin.

Por su parte, el oficialismo, tampoco quería que esté una parte de la oposición. De ser así hubiera permitido que estén los medios de comunicación, (tanto los oficialistas como los de oposición), pero no fue de esta manera; acostumbrado como está el actual gobierno a actuar de forma solipsista, no cuida las formas, “le mete nomás” y así la oposición pudo abandonar la reunión con el discurso de víctimas, otra vez, del gobierno.

Lo cierto es que la cumbre política se quedó con partidos que creíamos estaban bajo tierra y sepultados por el MAS. Evo Morales, del que en algún momento se dijo era un “tsunami” político, actuó como un lloroso y ágil rescatista, que cree encontrar vida allá donde solo corre el viento de la soledad y el abandono. 
 Con algo más de impulso nada raro que en la cumbre hubiéramos visto al PIR o a la FSB.