sábado, 8 de noviembre de 2008

25 de mayo de 1809 en Sucre: revolución y revuelta


En su libro de memorias titulado Vivir para contarla, Gabriel García Márquez nos relata un episodio de su vida de estudiante: el joven bohemio aprendiz de escritor, está recién llegado a Bogotá para rendir un examen de ingreso al colegio y, como el frío y la incertidumbre de esos días dan para el pesimismo decide irse, junto a los músicos de un buque, a rondar por cantinas de mala muerte en un barrio llamado “de las Cruces”, en las afueras de Bogotá. Como este singular grupo se encontraba sin más dinero ni más riqueza que la de su música, nos dice García Márquez que ellos se pusieron a cantar “al precio de media canción por un vaso de chicha , la bebida bárbara de maíz fermentado que los borrachos exquisitos refinaban con pólvora” (:25 resaltado nuestro).


Por su parte, Estanislao Just Lleo, en su Comienzos de la independencia en el Alto Perú, al narrar los acontecimientos del 25 de mayo de 1809 en La Plata, hoy Sucre, nos señala algo parecido. Dice Just:
“Mientras tanto en la plaza los gritos de traición, y vivas de la república acompañaban los insultos al presidente. La plebe amotinada dirigida por un grupo de criollos entre los que se podían señalar a los Zudañez y Lemoines, Malavía, Monteagudo, Toro, Miranda, Sivilat, etc, etc.. se iba cada vez excitando más, gracias al aguardiente que mezclado con pólvora se les iba repartiendo, y al dinero que recibían de algunos de aquellos dirigentes por dar gritos y vivas a Fernando VII y mueras al gobierno” (:120-121 resaltado nuestro)

Ya sea un recurso literario (la hipérbole), usada por el escritor colombiano o una narración histórica ajustada a la “verdad” de las fuentes como es el caso de Just[1], lo cierto de todo esto es que tanto la chicha como el aguardiente es una bebida consumida por la plebe, aunque con fines diferentes y, naturalmente, en tiempos y escenarios distintos, pero que tienen un ingrediente inverosímil: la pólvora.

En el primer caso, la pólvora refina y mejora el sabor de la bebida y, en el segundo, sirve como catalizador de las inclinaciones violentas de la cholada chuquisaqueña. Los bebedores bogotanos la toman de manera voluntaria y conocedores de las capacidades saborizantes de la pólvora y, en el caso de La Plata, la bebida esta es mezclada por los líderes de la revolución y ofrecida a la plebe para hacer más “explosiva” su revuelta lo que, dicho sea de paso, ciertamente ocurrió, ya que no se puede entender la liberación de Jaime de Zudañez y el encarcelamiento del odiado Presidente Pizarro en el 25 y 26 de mayo respectivamente, sin la imprescindible participación de la plebe que, como saldo trágico de sus acciones tuvo que enterrar esos días más de treinta muertos.

Siguiendo a Octavio Paz, en uno de sus ensayos de Corriente alterna, diremos que en mayo de

1809 hay dos procesos sociales paralelos: revolución y revuelta. La primera pensada y planificada por la clase media charquina, compuesta por los oidores y abogados de la Universidad San Francisco Xavier, con ideología, objetivos y estrategia clara y, donde la frase, ¡viva Fernando VII! sirve como válido pretexto para el logro de sus ambiciones políticas y, por otra parte, una revuelta, popular y plebeya, que ve en el presidente Pizarro a un traidor y a un abusivo y que, en el caos de los sucesos del 25 de mayo, una ocasión para pisotear y execrar los símbolos de poder que los humilla y posterga. La revolución nos remite a discusiones en la Academia Carolina, nos hace pensar en los textos de Voltaire y Rousseau leídos y discutidos por los universitarios de Charcas, la revuelta, en cambio, nos remite a las alegres cantinas y a los anónimos pasquines. De los primeros el héroe se llama Jaime de Zudañez y de los segundos “Quitacapas”. Para los revolucionarios queda la gloria y la eternidad y para los revoltosos el anonimato y quizá el olvido.
La memoria y la identidad de los pueblos se construyen en base a olvidos, creaciones y fantasías. Mucho de lo escrito a propósito del 25 de mayo es también la historia del olvido de la participación popular, y la magnificación de la participación de la clase media y acomodada en los sucesos. Por ello, el 25 de mayo de 2009, ofrece la insustituible oportunidad para también rendir homenaje a quienes, bebiendo aguardiente con pólvora, participaron en los hechos del 25 de mayo de 1809 y, a su manera, construyeron la república.


Sucre, 5 de noviembre de 2008.
[1] Estanislao Just para dar mayor certidumbre a esta afirmaciones, en su nota 64 de su segundo capítulo señala que: “Igualmente testifica una serie de vecinos que el aguardiente que daban estaba mezclado con pólvora, que según se creía excitaba más”.

martes, 7 de octubre de 2008

EL 25 DE MAYO DE 1809, SEGÚN EL COMITÉ DEL BICENTENARIO

Como es de público conocimiento, el próximo año se cumplen 200 años del 25 de mayo de 1809, fecha del primer grito libertario de América, en la ciudad de la Plata, hoy Sucre. Para conmemorar este hecho histórico, según ley congresal 2501, se ha creado el Comité del Bicentenario que tiene como sede de sus funciones a nuestra ciudad.

Para la difusión de sus actividades y para hacer conocer los hechos históricos relativos al 25 de mayo de 1809, este Comité ha creado su página web www.bicentenario.bo , que es una iniciativa loable ya que, la red internet, se ha convertido en una herramienta poderosa de transferencia de datos e información, imprescindible en nuestros días y que, bien utilizado, puede servir para brindar información institucional e histórica sobre el 25 de mayo de 1809, no solo a nivel local sino, sobre todo, a nivel internacional.

Sin embargo, nada de esto ocurre en verdad en el sitio (www.bicentenario.bo); antes bien, la idea de tiene el Comité de los hechos del 25 de mayo está plagada de inexactitudes, irrealidades y errores de “typeo” que podrían pasarse por alto, si no fuera por que se trata de la página web de un Comité que tiene como misión realzar los hechos de mayo de 1809.

Nos referimos concretamente un artículo de esta página web que titula “Qué sucedión (sic) el 25 de mayo de 1809? (una copia de este texto está como anexo al presente trabajo).
Este artículo en el primer párrafo dice:
“El grito Libertario del 25 de Mayo de 1809, estuvo asomándose por la Audiencia de Charcas desde principios de año, cuando algunos líderes sociales se convencieron de que debían luchar contra la realeza española. Meses más tarde, el pueblo comenzaría a gestar las ideas emancipadoras”.
Al respecto, se debe indicar que el grito libertario del 25 de mayo no estuvo “asomándose” desde principios del año 1809, sino que es el resultado de un proceso social y político que, según la autorizada palabra de Estanislao Just Leo en su Comienzo de la independencia en el Alto Perú: los sucesos de Chuquisaca de 1809, empezó con la llegada en 1797 del nuevo Presidente de la Audiencia de Charcas Ramón García de León y Pizarro y todos los problemas posteriores que se dieron con los oidores de Charcas.
Obviamente, que los hechos de mayo, son también fruto de rebeliones anteriores, que marcan una especie de “estado de ánimo” (Mendoza), previo al ciclo de revoluciones libertarias que empiezan con el 25 de mayo. Como menciona René Arze en La participación popular en la guerra de la independencia, las revoluciones del 25 de mayo y del 16 de julio de 1809 no solo son fruto de las ideas políticas llegadas con la revolución francesa y con la independencia americana sino que “son el resultado de una larga serie de disturbios proyectados desde fines del siglo XVIII” (: 101) cuyo referente en relación a Charcas sería una revuelta de mestizos, en julio de 1785, conocida como “revolución de los muchachos” en repudio a los chapetones (: 103-105).
Por tanto, no es que los “lideres sociales” (sic) se hayan dado cuenta de que “debían luchar contra la realeza española” recién en 1809 sino que ella es fruto de todo un proceso social, ideológico y aún cultural, cuyo resultado es el 25 de mayo, donde claramente las ideas emancipadoras ya estaban cristalizadas y asumidas por el pueblo, y no como afirma el artículo del Comité, que las mismas empezaron a gestarse por el pueblo meses más tarde.
Más adelante se narra la detención de Jaime de Zudañez, quien habría exclamado “¡Me están llevando para ahorcarme!”. Aunque es casi imposible saber lo que dijo Zudañez en ese momento, la verdad preferimos creer que, en realidad lo que dijo Zudañez es “Patrianos, me llevan al patíbulo” que es lo que indica Gunnar Mendoza en su texto Historia de la Independencia (: 253) que, la verdad, suena un poquito más elegante y digno de un Doctor de Charcas.
Luego, el artículo de la página web del Comité, narra los efectos que tuvo el arresto de Zudañez en el pueblo y dice “El hecho cala hondo en los alrededores de la Plaza 25 de Mayo (sic), principalmente en las aulas de la Universidad de Charcas”. Lo que es un grave error ya que, en 1809, no se conocía una plaza 25 de mayo sino una Plaza Central o del Cabildo. Bajo esa lógica, nada raro que Zudañez, ese día intentase fugar hacia la plaza que hoy lleva su nombre o que, un día de esos, Montegudo, se encuentre mirando, extasiado, su propia estatua. En fin…
En otro párrafo, el artículo del Comité señala:
“Desde la Audiencia disparaban cañonazos y descargas de fusilería para amedrentar pueblo (sic). Pizarro ordena la libertad de Zudáñez, pero ya el pueblo se había amotinado y atacaron la Audiencia y tomaron preso a Pizarro; salió éste escoltado por la muchedumbre y conducido por los revolucionarios. Nadie salió herido, no se derramó una gota de sangre, relata Gabriel René Moreno”.
Aunque el artículo no señala el libro de Gabriel René Moreno, que le sirve de fuente bibliográfica para estas afirmaciones, es posible decir, a la luz de la investigación de Just Lleo que, evidentemente es el Presidente de la Audiencia, Pizarro, el que ordena la liberación de Zudañez, pero que no es evidente que Pizarro sea arrestado en ese preciso momento, sino que renuncia horas después, en un oficio dirigido al Tribunal, en la madrugada del 26 de mayo.
Por otra parte, el dato de que “no se derramó una sola gota de sangre” es muy relativa ya que según Mendoza el resultado del tumulto popular dejo “un saldo de más de 30 muertos” (: 254) y Just Lleo menciona que el escenario de los días posteriores al 25 de mayo no eran de paz, ya que un grupo “sin duda atraído por el sordo rumor del elevado número de muertos –se decía que habían sido más de treinta los cadáveres recogidos-, había vuelto portando un destrozado retrato del presidente García Pizarro, que colgó (…) en la horca levantada la noche anterior, colocándole encima un perro muerto” ( :125). Por tanto la revolución de charcas fue como todas, violenta y, obviamente, nada pacífica.
En suma, el artículo que está inscrito en la página web del Bicentenario, adolece de confusiones de tiempo, imprecisiones historiográficas y falta de seriedad en el manejo de fuentes bibliográficas. Detalles que, insistimos, podrían dejarse de lado, si no se tratara de un documento que es publicado por una institución que tiene como finalidad conmemorar los hechos históricos del 25 de mayo de 1809.

Anexo
Artículo sobre el 25 de mayo de la página web del Comité del Bicentenario


menu
· Inicio
· Presentacion
· Quienes Somos
· Integrantes
· Ley 2501
QUÉ SUCEDIÓN EL 25 DE MAYO DE 1809?
El grito Libertario del 25 de Mayo de 1809, estuvo asomándose por la Audiencia de Charcas desde principios de año, cuando algunos líderes sociales se convencieron de que debían luchar contra la realeza española. Meses más tarde, el pueblo comenzaría a gestar las ideas emancipadoras.
Jueves 25 de mayo. El “abogado de los pobres” cae detenido y la gente se alborota con el aviso desesperado del heroico ciudadano: “¡Me están llevando para ahorcarme!”. Esta fue la voz exaltada de Jaime Zudáñez, quien en enero ya había protestado por la pretensión de la princesa Carlota de Borbón de anexar Charcas a la corona del Brasil. El hecho cala hondo en los alrededores de la Plaza 25 de Mayo, principalmente en las aulas de la Universidad de Charcas.
Esa mañana, los ánimos habían comenzado a caldearse desde muy temprano; la población, íntimamente, quizás percibía la magnitud de los acontecimientos que sucederían esa histórica jornada.
En los corrillos de la magna Universidad se incubó la rebelión. Los estudiantes, seguidos por el pueblo, exigieron la liberación de Zudáñez y la renuncia de Ramón García Pizarro, presidente de la Real Audiencia y gobernador de Chuquisaca.
“Y sucedió lo que quería y esperaba que sucediese; alborotóse el pueblo, de por sí levantisco y en la ciudad hubo gran movimiento de gente que acudía a la plaza principal y a la Audiencia. Muchos se subieron a los campanarios y comenzaron a echar a vuelo las campanas; otros prendían fogatas en las calles.
Desde la Audiencia disparaban cañonazos y descargas de fusilería para amedrentar pueblo. Pizarro ordena la libertad de Zudáñez, pero ya el pueblo se había amotinado y atacaron la Audiencia y tomaron preso a Pizarro; salió éste escoltado por la muchedumbre y conducido por los revolucionarios. Nadie salió herido, no se derramó una gota de sangre”, relata Gabriel René Moreno.
Como símbolo vivo de ese glorioso episodio de la historia, en lo más alto de la iglesia de San Francisco continúa en pie la Campana de la Libertad, cuyos ecos retumban en silencio cada 25 de Mayo.

miércoles, 1 de octubre de 2008

¿NI UN PASO ATRÁS?


La política es negociación por que se basa en la pluralidad de los seres humanos y no en su homogeneidad. Al ser también búsqueda de poder son las instituciones las que permiten el diálogo entre los actores políticos para que el poderoso no lo sea tanto o para que su poder no desemboque en una forma de autoritarismo que, al final, mate la posibilidad de negociación y diálogo, es decir mate la política.

En las condiciones en las que se encuentra el país, en rigor, se hace dificultosa la política puesto que sus instituciones están en crisis: los partidos políticos han dejado de ser relevantes en la definición política o tienen una representatividad muy limitada y las regiones y sus líderes son los actores centrales en la definición de la agenda política nacional, lo que nada más hace patente el hecho de que hoy no hay una visión nacional de las cosas sino aquella que tiene como referente lo local: el MAS pese a su respaldo electoral no tiene una propuesta que incluya a los sectores medios y mestizos del país y la oposición regional únicamente solo defiende sus intereses regionales como el IDH y autonomías. En estas condiciones solo puede haber búsqueda de hegemonía y no de consenso; violencia e imposición y no búsqueda del bien común.

En este contexto de disolución del sentido de la política, en Sucre, con la demanda de Capitalía Plena no solo que se dio una regionalización sino una “citadinización” de la política, ya que era un propuesta que no atacaba las estructura misma del Estado actual sino un cambio de lugar en la sede de los poderes. Si bien los argumentos históricos que afirmaban a Sucre como capital de la república eran irrefutables, no se puede decir lo mismo del argumento que sostenía que la solución para la crisis política del país, estaba en colocar lo poderes en una suerte de centro neutral (Sucre) que aquilate las pretensiones de oriente y occidente, por el simple hecho de que la naturaleza de la crisis estatal no es geográfica sino política e ideológica. Sostener este argumento, equivale a decir que es posible evitar la caída de una casa cambiando el dormitorio de los padres.

De todas maneras este discurso logró una alta adhesión de parte de la ciudadanía sucrense y mientras la Asamblea Constituyente funcionaba en Sucre, se pudo colocar el tema de la capitalía plena en la agenda política nacional, tanto que cuando se hizo las reuniones de la suprapartidaria convocada por el vicepresidente, en octubre y noviembre de 2007, para viabilizar la Asamblea, uno de los temas centrales fue la demanda capitalina. De estas reuniones salieron ciertas propuestas para Chuquisaca que, si bien no le daban capitalía, sin postergarla o negarla, proponían aspectos concretos para su desarrollo.

La situación posterior demostró hasta qué punto el conflicto había alcanzado un punto de no retorno: ni el gobierno y el MAS estaban dispuestos a introducir el tema de la capitalía en el debate constituyente, ni el Comité Interinstitucional estaba dispuesto a “dar un paso atrás” con su demanda. En estas circunstancias, la salida lamentable no fue otra que la violencia. Una ciudad completamente movilizada, en noviembre, literalmente, hace huir a la Asamblea Constituyente, a los policías y a los movimientos sociales que llegaron a Sucre para defender “su”AC.

Si era o no posible, tanto para el gobierno como para la región, llegar a un acuerdo negociado es una pregunta que estará presente siempre. Parafraseando a Zavaleta diremos que la negociación estaba en la lógica de las cosas, pero no en la lógica de los actores de ese momento. El gobierno, por que temía perder respaldo en uno de sus bastiones más importantes como La Paz y por que los líderes del comité buscaban visibilización política y, junto a sus aliados de la media luna, el fracaso de la Asamblea por considerarla autoritaria.

De todas maneras, cuando se va la Asamblea Constituyente, de alguna manera también se diluye el mecanismo de presión más importante para el objetivo de la capitalía plena. Una de las promesas del MAS para el país y, sobre todo, para las organizaciones sociales que lo respaldaban era el logro de un nuevo texto constitucional, y no es ocioso suponer que el Gobierno de Evo Morales estaba dispuesto a ceder muchas cosas a Chuquisaca a cambio de que ella deje sesionar a la AC. La política es oportunidad y decisión y sobre todo visión de largo plazo. Los líderes pueden y tienen que ver más allá de lo que la coyuntura ofrece o promete, esa es su virtud y de alguna manera su deber. Intuir el límite de las cosas y aquilatar las propias fuerzas es la base para conseguir triunfos y también para evitar catastróficas derrotas.

Se va la AC y la política en Sucre toma otros caminos. La ciudad ingresa en la lucha electoral y tanto la capitalía plena como las autonomías son utilizados como ejes discursivos que cautivan votos en la ciudad y hacen de Savina Cuellar Prefecta. Sin embargo, estos mismos ejes no son convertidos en proyecto regional, que recoja y articule propuestas y actores políticos y sociales regionales tanto de la ciudad como del campo. A cambio, se refuerza la alianza con la media luna y se olvida de agendar la demanda de capitalía plena dentro del CONALDE, entretanto que se profundiza la división con los campesinos chuquisaqueños.

En este contexto es que uno se pregunta: por qué hasta ahora no tenemos un solo documento que nos indique cómo y con qué se logrará las autonomías y la capitalía?, ¿Por qué no existe un solo documento donde se proponga el tipo y modelo de autonomías que se quiere para la región? ¿Cuál será el régimen económico, que pueda solventar el gasto de las competencias a ser autonomizadas? ¿Se pedirá un fondo de compensación departamental? ¿Qué competencias serán autonomizadas? ¿Qué tan funcional es un régimen autonómico para el desarrollo de Chuquisaca? ¿Cómo se resolverá la ecuación autonomías departamentales con las autonomías indígenas? ¿Cuáles son los actores y su rol en estos procesos? ¿Cuál es la estrategia para generar consenso político entre los actores del campo y la ciudad? Son preguntas que todavía están sin respuesta.

Ahora, cuando en Cochabamba se está definiendo la resolución de la crisis política, hay dos temas centrales, únicos y casi excluyentes que son IDH y autonomías y no se vislumbra que la capitalía plena sea un tema central para el CONALDE y peor para el MAS. Situación que se agrava, por el hecho de que el gobierno ha retomado la iniciativa política, definiendo la agenda y su modalidad de tratamiento y los prefectos del CONALDE, están muy disminuidos no solo por que perdieron a dos prefectos en el referéndum revocatorio (Manfred y Paredes) sino por que el último intento de retomar la iniciativa política, le costó un merecido deterioro de su imagen internacional y la pérdida de uno de sus bastiones políticos en Pando, cuyo Prefecto está tras las rejas.

Dada esta situación, quizá sea pertinente preguntar: ¿ni un paso atrás?

lunes, 8 de septiembre de 2008

CHUQUISACA A UN AÑO DE SU ALIANZA CON LA MEDIA LUNA

Los conflictos producen cambios en la correlación de fuerzas, nuevos proyectos políticos y también estados de ánimo. Qué duda cabe, como dice Weber, la política es razón y pasión. En ese sentido, el conflicto por la capitalía en Sucre, produjo un fuerte realineamiento contrario al partido en función de gobierno (7 de cada 10 sucrenses están en contra de Evo Morales), un proyecto político denominado Alianza del Comité Interinstitucional (ACI) y un estado de ánimo favorable a las autonomías departamentales.
Cuando los líderes cívicos iniciaron su “cruzada” por el retorno de los poderes a Sucre, antes de buscar reconfigurar su esquema de alianzas con departamentos, también pobres, como Potosí u Oruro, produjeron una inédita alianza con los departamentos llamados de la “Media luna” a partir de un acuerdo transaccional: estos apoyaban la demanda de capitalía y Chuquisaca las autonomías.
Me animo a pensar que ninguno de los dos estaba totalmente de acuerdo con la propuesta del otro (la Media Luna veía con algo de azoro eso del traslado de los poderes y Chuquisaca había mantenido siempre una posición desconfiada, sino contraria a los procesos descentralizadores). Sin embargo lo importante era que esta alianza tenía una alta efectividad a nivel político: la Media Luna ganaba un aliado en un departamento donde había ganado el no a las autonomías y Chuquisaca conseguía el apoyo de varios departamentos, uno de ellos, Santa Cruz, de un fuerte peso político nacional.
A un año del establecimiento de la alianza cabe preguntarse sobre los réditos que tuvo cada actor regional: ¿Qué y cuánto ganó Chuquisaca al ser parte de la expresión política de los departamentos de la Media Luna denominado Consejo Nacional Democrático (CONALDE)?, ¿Cuánto avanzaron los departamentos de la media luna gracias al apoyo de Chuquisaca?
Si pensamos a nivel de los resultados concretos parece que ninguno logró sus objetivos. Para decirlo brevemente: ni los departamentos de la Media Luna tienen autonomías, ni Sucre la sede de los poderes. En ese sentido nadie ganó pero también nadie perdió.
Sin embargo, es posible preguntarnos: ¿cuál fue el departamento que apoyó más la reivindicación del otro? Vistas las cosas con la necesaria distancia que dan los resultados, mucho me temo que Sucre fue y es un aliado más sincero y esforzado que sus pares de la Media Luna. Por una parte, para cierto sector de la elite cruceña, que veía con temor los resultados de la Asamblea Constituyente y que, por tanto, no deseaba su éxito, el movimiento Sucrense fue un factor de primer orden para bloquear la misma. Los cívicos sucrenses y el propio MAS, al convertir el tema de la capitalía en un juego de suma cero, sin posibilidades de negociación, terminaron por hacerle el juego a la derecha mas conservadora de este país.
Por otro lado, el movimiento cívico Chuquisaqueño adoptó militantemente el discurso y las acciones del CONALDE: apoyó los paros, respaldó sus respectivos referéndumes por estatutos autonómicos y, en un afán de dar continuidad a esta propuesta, hace un par de semanas atrás la Prefecta Savina Cuellar firmó una resolución convocando a referéndum por autonomías en Chuquisaca para noviembre próximo.
A cambio ¿Qué es lo que hicieron los departamentos de la media luna por la demanda chuquisaqueña del retorno de los poderes? Pues muy poco. En ninguna parte de los discursos y de la agenda de prioridades del CONALDE está el tema de la capitalía. Cuando habla Rubén Costas, Branco Marinkovich, o Mario Cosío ¿dicen algo respecto al tema de la capitalía? ¿Qué medida concreta o estrategia política ha adoptado el CONALDE, para que los poderes retornen a Sucre? Ninguna.
Esta falta de claridad ha hecho, que en la agenda política nacional esté el tema de las autonomías y del IDH y no la demanda del retorno de los poderes a Sucre. Lo que no es un dato menor, ya que si en la agenda nacional no está el tema del retorno de los poderes, no es posible que en otro momento lo esté, por la sencilla razón de que una vez que los departamentos de la Media Luna logren sus objetivos, se olvidarán de que Chuquisaca existe.
Por ello urge repensar en la actual alianza que Chuquisaca mantiene con el CONALDE y más específicamente con Santa Cruz, para rediseñar una estrategia que permita el establecimiento de lazos con otros departamentos que comparten con Chuquisaca cultura, historia y economía y, sobre todo, volver a establecer vasos comunicantes con el área rural chuquisaqueña. Esto solo se logrará con un proyecto político propio que deje de ser sucrense para ser chuquisaqueño.

lunes, 18 de agosto de 2008

¿POR QUÉ GANÓ EL MAS EN CHUQUISACA?


De la noche a la mañana, la oposición política sucrense pasó de la alegre victoria con la que recibieron los resultados de la elección prefectural a una especie de asombro que los paraliza y, en algunos casos, les hace negar la realidad. No hay dato alguno que vislumbre un poco de autocrítica, empeñados en creer que su derrota se debe a un padrón electoral amañado y una corte electoral parcializada, olvidan que esa misma corte y ese padrón electoral fue la que hizo de Savina Prefecta. ¿En tan pocas semanas se pudo “truchar” el padrón electoral y en tan poco tiempo los miembros de la Corte Electoral, se pusieron de lado del gobierno? Cuesta creerlo.
Sin embargo la intención de este artículo no es la discutir esta postura sino la de presentar algunos elementos de juicio que señalen algunas explicaciones de la victoria departamental del MAS. De todas maneras, vale aclarar que la derrota de la oposición no fue del todo contundente, ya que en Chuquisaca no ganó el MAS como lo hizo en Potosí o La Paz. No obstante, creo que el referéndum marca no tanto un resultado sino una tendencia que de continuar puede dejar al departamento sin capitalía y sin autonomías.


En un anterior artículo sosteníamos que el discurso de la Alianza del Comité Interinstitucional (ACI) tenía dos elementos básicos: la lucha por la capitalía y las autonomías departamentales. Con la capitalía lograron interpelar a la sociedad sucrense y consolidar hegemonía política local y con las, autonomías, lograron simpatía y apoyo de los líderes de la media luna barnizando su discurso de modernidad.


Los efectos de este discurso fueron exitosos: al poner a a la mayoría de los sucrenses en contra de Evo Morales del MAS lograron un respaldo electoral contundente a la candidatura prefectural de Savina Cuellar. Sin embargo, este discurso también mostró sus límites, ya que se vio era que incapaz de traspasar las fronteras citadinas. A la luz de los resultados electorales se pudo notar claramente que el campo votó mayoritariamente por el candidato del MAS, Wálter Valda y la ciudad de por Savina Cuellar.


La razón es simple aunque poco visible: la capitalía y la autonomía son discursos emitidos desde la ciudad y para la ciudad de Sucre y por tanto incapaces de ser válidos en el ámbito rural. ¿Qué le puede interesar, como beneficio inmediato, el traslado de los poderes a Sucre, cuando lo que necesita es caminos para hacer llegar sus productos a sus mercados? ¿En qué cambia su realidad el hecho de que los poderes estén en Sucre?¿Cómo puede interpelar a un campesino guaraní el discurso autonómico, cuando este campesino tiene el suyo propio?


No obstante, esta realidad, no fue tomada en cuenta por los líderes de la ACI. Con una patente soberbia continuaron creyendo que se podía construir proyecto político departamental sin tomar en cuenta a los campesinos. Equivocadamente, continuaron ganando confianza con los líderes de la media luna y profundizaron sus divergencias con el campo. A la vez que ratificaban su fidelidad al Consejo Nacional Democrático (CONALDE), imponían, dentro del Consejo Departamental, a personas de su línea política y no aceptaban el criterio de las provincias. En el momento en que colocaban como condición sine qua non las disculpas del presidente para que éste llegue a Sucre, no habían acciones para sancionar a los que vejaron campesinos el 24 de mayo pasado.


En suma, el discurso del ACI, no puede convertirse en proyecto político departamental por que sus componentes discursivos son cerradamente citadinos. La elite política sucrense, que trata de imitar a sus pares cruceños, no toma en cuenta que la hegemonía de la elite cruceña no está hecha en base a la negación de los campesinos sino más bien de su inclusión lo que es, al final, la base de su hegemonía departamental que va más allá de lo local. Se puede ciertamente criticar la naturaleza de esta inclusión, que claramente es subordinada, pero esa es otra historia. Lo que aquí queremos resaltar es que la hegemonía departamental deviene de la construcción de un proyecto departamental incluyente y no de un proyecto parcial y negador de la otredad indígena.
Hasta ahora el discurso del ACI ha girado sobre todo en la apelación a la dignidad sucrense y a la memoria colectiva en torno a los hechos de la Calancha. De una u otra manera esta apelación tuvo frutos con la candidatura de Savina, sin embargo, es posible suponer que la victoria del MAS está mostrando los bordes y limites de un discurso que no puede mantenerse en el largo plazo.


Es necesario preguntarse ¿hasta cuándo este discurso tendrá validez? Los discursos políticos suelen hacer apelación al pasado, pero a condición de prefigurar el futuro, cuando solo apelan al pasado se estacan y cuando solo apelan al futuro carecen de identidad. El discurso del ACI habla mucho de muertos pero poco de autonomías, mucho de pasado y poco de futuro. La política es sobre todo prefiguración de futuro que trata de incluir y no de excluir. Cosas elementales pero que muchas veces son olvidadas por quienes pretenden ser los conductores de esta región.

Sucre, 17 de agosto de 2008

sábado, 2 de agosto de 2008

Blog de la redacción - Detalles de la entrada: El Guasón entra en escena

Un articulo muy interesante sobre la ultima película de Batman The Dark Knight. En ella se sostiene con absoluta razon que la actuación de Ledger como guasón es insuperable y que el representa, ni más ni menos, al delincuente de este siglo.

Blog de la redacción - Detalles de la entrada: El Guasón entra en escena

sábado, 19 de julio de 2008

El minutario. Guillermo Sheridan - Detalles de la entrada: Teorías de conspiración

Un artículo imperdible del blog de Sheridan sobre el "rescate" de Ingrid Betancourt. Tiene un final que es para la risa. Solo hagan "clik" en el vínculo y disfruten
El minutario. Guillermo Sheridan - Detalles de la entrada: Teorías de conspiración

jueves, 17 de julio de 2008

El discurso de la Alianza del Comité Interinstitucional


El pasado domingo 29 de junio se realizaron las elecciones prefecturales. A propósito de ello, van estas reflexiones donde trataré de hacer un acercamiento a lo sucedido a partir de las nociones de campo político y de análisis de discurso, teorizadas por Bourdieu y Foucault.

Como se sabe, desde hace algunos años, el campo político boliviano ha sufrido una notable reconfiguración y consiguientemente una transformación de lo que es discursivamente válido, que estaría compuesto básicamente por tres elementos que son: la nacionalización, el indigenismo y las autonomías.

Sin embargo, dada la polarización política del país, es posible afirmar que existen dos campos políticos. El primero que ancla su identidad política en lo étnico y el otro en las autonomías, siendo la nacionalización un discurso que es utilizado por ambos. De esta manera el MAS utilizaría, con mucho éxito, el discurso indigenista y los prefectos de la media luna el discurso autonomista, pero con una capacidad de circulación necesariamente acotada a determinados espacios territoriales. El discurso masista tendría una alta capacidad de interpelación en las zonas rurales y en los departamentos como La Paz, Oruro y Potosí y el discurso de la media luna en las ciudades, y en departamentos como Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando. Estos dos discursos son los que están en punga, y son expresiones de la crisis estatal que vive nuestro país, ya que ninguno puede ser un discurso verdaderamente nacional, es decir hegemónico.

LA NOVEDAD DEL DISCURSO DE LA ACI.
En nuestro criterio la novedad del discurso de la ACI estriba en que trató de articular elementos de dos campos discursivos distintos: del discurso masista toma lo étnico y de la media luna las autonomías. Veamos cómo lo hace.
Lo étnico y lo autonómico
El ACI, postuló a una mujer de origen campesino, Savina Cuellar, como candidata a Prefecta. Con eso trató de dar un mensaje de unidad campo ciudad y de contrarrestar la idea de que la ACI era una agrupación política de oligarcas conservadores.

Por otra parte, su discurso tomo un elemento del otro campo discursivo como las autonomías, en una intención de colocarse a tono con sus aliados de la media luna y de interpelar electoralmente a votantes citadinos y de clase media. Como se puede ver, había dos componentes, lo étnico y lo autonómico, que eran centrales en el discurso de la ACI. Lo primero que buscaba interpelar a los sectores campesinos y los segundo que era un anzuelo para el voto citadino.

Desde un punto de vista electoral, la estrategia de la ACI parece ser la misma pero invertida de la estrategia que aplicó el MAS en las elecciones de 2005. En ese año postuló a un candidato de Sucre, para convocar al electorado urbano. En 2008, el ACI coloca a una candidata rural para convocar a los campesinos.

¿Cuál fue el resultado de este intento de conjunción de lo étnico con lo autonómico? Por los resultados electorales donde Savina logro el 51% de los votos frente al 44% del MAS se puede decir que poco rentable, ya que el discurso étnico que trataba de tener credibilidad con Savina, no solo que no mermó el votaje masista sino que es posible que incluso haya reforzado aún más la tendencia de los votos duros o leales hacia el MAS, sobre todo del campo, pero también de la ciudad.

¿Por qué ocurrió esto? Uno de los factores tiene que con las características que tiene el discurso político, ya que la credibilidad del portavoz o del emisor del discurso es vital para la capacidad de circulación del discurso ya que, de hecho, no solo basta con colocar a un o una personaje con determinadas características para que los discursos tengan capacidad de convencimiento, sino que hace falta que el candidato y su partido puedan sustentarlo.

En ese sentido, la ACI ni siquiera intentó proponer un discurso alternativo al masista para la inclusión indígena. Supuso que colocando a una mujer del campo era suficiente, que era claramente un error de percepción, ya que en ningún momento la candidata Savina pudo captar voto rural, en la medida en que esperaban sus seguidores.
En un sentido figurado, podríamos decir que el ACI tenía un portavoz para la interpelación étnica de los campesinos, pero este portavoz carecía de discurso y, en algunos casos de voz, ya que Savina hablaba indirectamente a través de la voz de los líderes del Comité Interinstitucional o bien, las veces que hablaba directamente, lo hacía tomando el discurso del los líderes de la ACI, reforzando los argumentos del campo discursivo citadino: capitalía plena y autonomías.

Por esto, cuando el ACI juega en el campo discursivo del MAS, lo hace de manera insuficiente y deficiente. Por ello, lo que ocurrió el 24 de mayo, con la vergonzosa vejación de los campesinos, no fue más que el triste epítome de una forma de pensar y de sentir de un proyecto político que se pretendía incluyente, al colocar a Savina como candidata, pero que el los hechos era paternalista y negador de la otredad indígena
[1].

¿Capitalía con autonomías?
La otra novedad del discurso del ACI es que trata de articular el discurso autonómico, con el de capitalía plena. Si con el discurso étnico la ACI, y la propuesta de “Savina Prefecta”, trataba de tener un discurso departamental, con el discurso autonomista trató de ser nacional y, en ese sentido, de ponerse a tono con la propuesta de los departamentos de la media luna.

Pero eso no deja de tener sus dificultades. Siendo rigurosos la propuesta de capitalía plena es un discurso centralista y centralizante que originalmente no busca descentralizar el poder, sino solo cambiarlo de lugar: de la ciudad de La Paz a la ciudad de Sucre. Por el contrario, la propuesta autonómica busca descentralizar el poder y por tanto la sede de los poderes, no a otra ciudad sino a sus propios departamentos. A los líderes regionales cruceños, por ejemplo, no les interesa discutir dónde estará la sede de los poderes nacionales, en tanto tengan el suyo en sus departamentos. Por ello, no deja de ser risible el grafitti que proclamaba: “Sucre Capital de los departamentos autonómicos”.

Pero, si lógica y doctrinariamente autonomías y capitalía plena son contradictorios, ¿cómo es que en el discurso de la ACI logran percibirse como uno solo?. Esta pregunta precisa un breve exordio para ser respondida.

En primer lugar precisemos que el discurso autonómico se instala recientemente en el campo político regional Chuquisaqueño. Recordemos que, en 1985, cuando se empezó a discutir el tema de la descentralización administrativa, Chuquisaca junto con Potosí y Tarija, si bien no tenían una postura contraria al proceso, por lo menos eran bastante escépticos en cuanto a sus potenciales bondades para el desarrollo de sus departamentos. A partir de la constatación de las profundas diferencias interregionales, en cuanto a capacidad de generar recursos para sostener las competencias a ser descentralizadas, no sin razón el “Bloque cívico del Sur” planteó que toda descentralización debería estar acompañada de la creación de un Fondo de Compensación Departamental, que era una suerte de bolsa común donde los departamentos, ahora más prósperos, aportarían con sus recursos para que las competencias a ser descentralizadas puedan seguir siendo financiadas y sean estables en el tiempo.

Por esto, cuando se da el referéndum por autonomías y en Chuquisaca gana el No a las mismas, esto no debe ser explicado a partir de la falta de información de la gente, sino al hecho de que en Chuquisaca todavía el discurso autonómico no tenía capacidad de circulación, probablemente por que se lo veía como una propuesta que ahondaba la diferencia entre los departamentos ricos y pobres
[2].

Pero, ¿en qué momento cambia esta percepción y por que? En mi criterio, en el momento en que la directiva de la Asamblea Constituyente, en agosto de 2007, decide suprimir de manera torpe y autoritaria, la discusión del tema de la capitalía plena y el gobierno decide explícitamente colocarse de lado de La Paz.
Casi por lógica asociación, el sucrense percibió que esta actitud no solo se debía a un gobierno sino a la estructura estatal centralista, que ahora se lo veía no solo como el culpable de las acciones asumidas en la Asamblea Constituyente sino, casi de todos los problemas regionales. De esta manera la lucha por la capitalía deviene en una lucha por la autonomía. La lucha por la capitalía, su decurso posterior y la animadversión al gobierno de Evo Morales genera un amplio margen de disponibilidad para la recepción del discurso autonómico
[3].
Electoralmente, cuando la ACI maneja el discurso de la lucha por la capitalía y por la autonomía gana, esto es lo que muestran los resultados de las elecciones prefecturales donde, en la ciudad de Sucre, Savina triunfa con un considerable margen de más del 70%.
A manera de conclusión
Estas líneas han sido un intento de explicar los resultados electorales de las elecciones prefecturales. Sostenemos que el ACI trató de articular elementos de campos discursivos antagónicos. Por una parte con la postulación de Savina trató de tomar los elementos discursivos étnicos y con las autonomías de tomar los elementos del discurso de la media luna.

Como vimos este intento no tuvo notorios réditos electorales, es decir no pudo ser capaz de seducir al electorado rural que continuó votando por el MAS. Sin embargo, el discurso autonómico junto a la defensa de la capitalía plena tuvo una alta capacidad de llegada en el electorado citadino, donde el voto se inclinó militantemente por la candidata del ACI.
Sin embargo, tratemos de hallar elementos positivos que pueden hacernos ver la posibilidad de hallar una luz de esperanza a esta polarización destructiva en la que nos empeñamos en persistir los bolivianos.
Más allá de que la postulación de Savina, haya sido un mero cálculo electoral, coincidamos en que el tratar de articular elementos discursivos de campos políticos que hoy están enfrentados tiene sus rasgos positivos ya que es un intento de hallar consensos allá donde ahora todo parece estar enfrentado. En esa medida, la gestión de Savina Cuellar puede ser la cristalización de este discurso. Savina puede demostrar en su gestión que es posible, en lo hechos, unir la propuesta étnica con la autonómica y que se puede generar desarrollo y modernidad sin exclusiones.
En momentos en que estamos a escasos meses de conmemorar el bicentenario de la revolución del 25 de mayo de 1809, todo en Sucre confabula para que esas preguntas sean respondidas por su lado negativo. No obstante, confío en las palabras de Savina, que habla, en referencia a los departamentos de Bolivia, de nueve hijos y no solo de cuatro, y que afirma que la luna entera siempre alumbra mejor que la media luna.
Sucre, julio de 2008.
[1] Es demostrativo cómo los lideres del ACI cuando se refieren a los campesinos de Chuquisaca se refieren en términos de “nuestros campesinos”, de una forma paternalista.
[2] La encuesta del PNUD sobre el tema señala que un 57% de las personas en Sucre consideraban que las autonomías solo beneficiarían a los departamentos más ricos. (PNUD 2007: 269).
[3] Al año siguiente del conflicto por la capitalía, el ACI junto a una delegación de los prefectos de la media luna colocan el la plaza central 25 de mayo, un “mojón autonómico” .

martes, 15 de julio de 2008

Un interesante Boletin (¡nuevito¡) de la Asociación de Estudios Bolivianos

viernes, 4 de julio de 2008

Apuntes en torno a las elecciones prefecturales


El pasado domingo 29 de junio se realizaron las elecciones prefecturales. A propósito de ello van estas reflexiones. En este artículo trataré de hacer un acercamiento a lo sucedido analizandolo a partir de las nociones de campo político y de análisis de discurso, teorizadas por Bourdieu y Foucault.

Como se sabe, desde la elección de Evo Morales como Presidente, el campo político ha sufrido una notable reconfiguración y consiguientemente un cambio de lo que es discursivamente válido. Este campo estaría compuesto básicamente por tres elementos que son: la nacionalización en lo económico y el indigenismo en lo político, por una parte y la autonomías por la otra. Cuando un actor político quiere moverse exitósamente en el campo político tiene que utilizar los elementos discursivos establecidos previamente en el campo político.

Sin embargo, es posible decir que dada la polarización política del país, existe no uno sino claramente dos campos políticos. El primero que ancla su identidad política en lo étnico y el otro que lo hace en las autonomías. De esta manera, el MAS utilizaría con mucho éxito el discurso indigenista y los prefectos de la media luna el discurso autonomista. Ambos con una capacidad de circulación necesariamente acotada a determinados espacios territoriales. El discurso masista tendría una alta capacidad de interpelación en las zonas rurales y en los departamentos como La Paz, Oruro y Potosí y el discurso autonomista en las ciudades y en departamentos como Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando. Estos dos discursos son los que ahora están en punga, y como se puede comprobar ninguno puede ser un discurso verdaderamente nacional, es decir hegemómico.

LA NOVEDAD DEL DISCURSO DEL ACI.

En nuestro criterio la novedad del discurso del ACI estriba en que trató de articular elementos de dos campos discursivos distintos: el étnico y el autonomico. Por eso, el ACI, postuló a una mujer de origen campesino, Savina Cuellar, como candidata a Prefecta. Con eso se trató de dar un mensaje de unidad campo-ciudad y de contrarrestar la idea de que el ACI era una agrupación política de oligarcas conservadores.

Por otra parte, su discurso tomó también un elemento del otro campo discursivo como son las autonomías, en una intención de colocarse a tono con sus aliados de la media luna y de interpelar electoralmente a votantes citadinos y de clase media. Como se puede ver, había dos componentes, lo étnico y lo autonómico, que eran centrales en el discurso del ACI. Lo primero que buscaba interpelar a los sectores campesinos y los segundo que era un anzuelo para el voto citadino.

¿Cuál fue el resultado de este intento de conjunción de lo étnico con lo autonómico? Por los resultados electorales donde Savina logro el 51% de los votos frente al 44 del MAS, se puede decir que fue poco rentable, ya que el discurso étnico que trataba de tener credibilidad con Savina, no solo que no mermó el votaje masista sino que es posible que incluso haya reforzado aún más los votos duros o leales hacia el MAS sobre los del campo, pero también de la ciudad.

¿Por qué ocurrió esto? Uno de los factores tiene que con las características que tiene el discurso político ya que la credibilidad del portavoz o del emisor del discurso es vital para la capacidad del discurso ya que, de hecho, no solo basta con colocar a una indígena para que los discursos tengan capacidad de comvencimiento en las areas rurales, sino que hace falta que el candidato y su partido puedan sustentarlo. El ACI, ni siquiera intentó proponer un discurso alternativo al masista para la inclusión indígena. Supuso que colocando a una mujer del campo era suficiente, lo que se demostró que era claramente un error de percepción, ya que en ningún momento la candidata Savina pudo captar voto rural, en la medida en que esperaban sus seguidores.

sábado, 28 de junio de 2008

sábado, 21 de junio de 2008

REFLEXIONES A PROPÓSITO DEL CONGRESO INTERNO DE LA UNIVERSIDAD SAN FRANCISCO XAVIER


El siguiente texto lo escribí para una ponencia que, a propósito de Congreso Interno de la Universidad de San Francisco, debía realizarse el mes pasado. Por razones que desconozco este seminario no se realizó. De todas maneras lo coloco en mi blog (www.cazadecitas.blogspot.com), con la esperanza de que sirva a los delegados docentes y estudiantiles, a quienes se ha encargado la tarea de redactar un nuevo Estatuto Orgánico.

¿Cambio sin autonocimiento?

En primer lugar, confieso que soy un tanto escéptico de que ese Congreso vaya a resolver la crisis universitaria. Lo que veo es que será un espacio para una agudización del distanciamiento entre los sectores universitarios, fundamentalmente entre el docente y estudiantil. Digo esto, por que en mi personal criterio estamos ingresando a este Congreso interno sin ideas claras, sin proyectos académicos y, sin perspectivas políticas. Claro, existen ideas de lo que se quiere en algunos ámbitos como en el docente, o en el estudiantil, como ser un mayor control de la asistencia, la lucha contra el nepotismo, o un conjunto de reivindicaciones estudiantiles, pero eso dista mucho de ser suficiente.

La pregunta que me hago: ¿es posible pensar en que hay un proyecto universitario coherente e integral desde el punto de vista de sus postulados; incluyente desde el punto de vista de los sectores que deben ser parte del mismo y lo suficientemente visionario para pensar en transformaciones que, por lo menos, duren las dos próximas décadas? Duele decirlo, pero no lo he visto, hasta el momento no tengo en las manos un solo documento que plantee por lo menos una de las características planteadas. Esta carencia, en un escenario pesimista hará que los actores del congreso, docente y estudiantes, vayan con la visión de mantener el estatu quo, de mantener las cosas como están, “cambiar para que nada cambie”, o darle un cariz de cambio revolucionario a algo que en el fondo es mero maquillaje.

Es decir ¿como vamos a cambiar (la universidad), si no nos conocernos a nosotros mismos?, aunque soy un ferviente liberal, me gusta recordar a los clásicos del marxismo que decían que la revolución llega cuando la clase en si (que no se conoce a si misma y que por tanto actúa como le dice la clase dominante ) se convierte en clase para si, que es una clase que ya se conoce a si misma y que por tanto es portadora de cambios. No existe cambio si no hay conocimiento y eso es lo que probablemente se pretende hoy en la universidad: cambio sin conocimiento.

Necesidad de pensar en una nueva relación entre Universidad y Estado

Sin embargo quisiera realizar este mi acercamiento a la realidad universitaria tratando de articular dos nociones que, en mi criterio, son poco pensadas, que es la relación Universidad y Estado, que considero altamente pertinente ya que, en mi criterio siempre se las ha pensado como en dos entidades opuestas cuando en realidad son entidades sumamente relacionadas.

Por diversas razones, Universidad y Estado se han visto como dos entidades antagónicas tanto que cuando pensamos en autonomía universitaria, la pensamos como una garantía que nos resguarda del Estado, sino es que para estar contra el. Mi criterio es que eso es un craso error ya que las sociedades desarrolladas son aquellas donde se da una articulación creativa, dinámica y, diríamos, fraternal entre Universidad y Estado.

Tratemos demostrar esto un poco mejor: la sociedad civil genera dos tipos de demandas a la Universidad que son: profesionales competentes e investigaciones con relevancia social. Al estado, a su vez, le corresponderá determinar políticas para que los profesionales salidos de la Universidad tengan trabajo útil y para convertir las investigaciones en políticas públicas. Por tanto, la universidad es el espacio por excelencia donde se genera conocimiento y el Estado es el espacio donde se aplican políticas de desarrollo. Esta fórmula es más necesaria por cuanto hoy estamos inmersos en la llamada sociedad del conocimiento, que como se sabe tiene una palabra clave que es la innovación.

Pero, a cambio, ¿cuál es la relación que hoy tenemos entre universidad y Estado, pues una relación que, en el caso menor, está signada por la desconfianza y que, en casos como el de nuestra región hoy, signada por un profundo y hasta violento antagonismo.

El resultado de esta relación es que, por una parte, la Universidad no genera investigación que sea relevante como orientadora de políticas públicas hacia el Estado y éste no parece esperar de la Universidad otra cosa que una especie de pax política. Dicho de manera gráfica la Universidad espera del Estado suficientes y siempre crecientes recursos económicos y el Estado solo espera que la “U” no le haga conflictos.

Algunos esfuerzos desde las Universidades y el Estado para cambiar la situación
Sin embargo de ello, es justo mencionar que han existido esfuerzos por tratar de cambiar esta situación con resultados poco relevantes. Como muchas cosas en nuestro país: mucho dinero para escasos frutos. En julio de 2001, se crea el Programa de Reforma de la Educación Superior que tuvo tres grandes objetivos que fueron a) la acreditación, b) La eficiencia financiera y c) modernización de la la gestión universitaria. Gustavo Rodriguez en una breve síntesis de los resultados de esta gestión nos indica que “los objetivos del Programa de Reforma de la Educación Superior no se cumplieron, El Estado con una burocracia pequeña y no especializada, sin recursos económicos suficientes y sin contar con el amparo de disposiciones legales que definan claramente su rol, se reveló como un actor débil, inconstante y vulnerable a las presiones y los juegos de poder de las universidades. Estas por su parte mostraron poca disposición para absorber e incorporar las políticas públicas y los cambios que propugnaban (Rodríguez: 2007: 2).

Por último, como se sabe, hay una propuesta de reforma universitaria a partir de la nueva ley de reforma educativa “Avelino Siñani”, que marca diferencias con los otros intentos de reforma universitaria al poner énfasis en aspectos como la interculturalidad, la inclusión y la tan popularizada “descolonización”, aunque no hay, hasta el momento las formas y el entramado institucional que la pondrá en funcionamiento.

El mercado profesional y la investigación en la agenda universitaria

Adicionalmente, creo que la universidad tienen dos grandes desafíos. Lograr que su actual oferta de profesionales sea acorde con la demanda actual y, por otra, la investigación.
En cuanto a lo primero diremos que, según estudios, cada año se gradúan aproximadamente 15000 nuevos profesionales y si bien no existen investigaciones que cuantifiquen la saturación del mercado laboral es posible darnos cuenta de ello cuando constatamos que los honorarios de los profesionales liberales (abogados, odontólogos) es cada vez menor, vemos a profesionales trabajando en áreas que no son de su área. Esta situación es algo que debe pensar el congreso universitario, por su parte y también el Estado como ente encargado de generar las condiciones para desarrollar espacios donde tengan trabajo los nuevos profesionales.

Por último está el tema de la investigación, la misma que es tan importante para toda casa de estudios superior y que todavía se encuentra en ciernes en la universidad boliviana. Según datos brindados por Gustavo Rodríguez, para 1986. Del millón cuatrocientos mil artículos publicados mundialmente apenas siete tenían origen en Bolivia, lo que ya nos señala la precariedad de la investigación en nuestro país. En otro dato es que en las ciudades de Cochabamba, Santa Cruz y La Paz, es donde se concentran la mayor parte de los institutos de investigación en el país y donde, obviamente se hace investigación y se publican sus resultados.

En suma el congreso universitario que se avecina debe repensar su relación con el Estado y la sociedad regional; la pertinencia y actualidad de su oferta profesional y su rol como institución generadora de conocimiento.

jueves, 19 de junio de 2008

El libro de la semana · El Boomeran(g)

Aunque es poco probable que este libro del premio nobel Joseph Stiglitz llegue a alguna de nuestras famélicas librerías de Sucre, el siguiente resumen del libro de este economomista nos señala los altos costos económicos y humanos de la guerra de USA en Irak.
El libro de la semana · El Boomeran(g)

Letras Libres - "Pobreza y desigualdad" por Gabriel Zaid

Un artículo superecomendable para pesimistas como yo, que creen que la pobreza sera eterna.

Letras Libres - "Pobreza y desigualdad" por Gabriel Zaid

La jaula abierta. El blog de Roger Bartra - Detalles de la entrada: ¿Histeria o melancolía?

Un artículo que en un tono tan melancólico como las mujeres de la foto, revela los grados de locura a que han llegado los que se creen cuerdos.

La jaula abierta. El blog de Roger Bartra - Detalles de la entrada: ¿Histeria o melancolía?

sábado, 14 de junio de 2008

A DOS SEMANAS DE LAS ELECCIONES PREFECTURALES EN CHUQUISACA


Sea el resultado que sea, las próximas elecciones para Prefecto serán las más aburridas, poco imaginativas y mediocres que se hayan visto en este país, cuyo resultado no será una reconfiguración de la correlación de fuerzas sino una profundización de la crisis política de este departamento y, lo que es peor, nos hará añorar las épocas en la que los partidos políticos no actuaban a la sombra de ninguna institución sino que tenían voz propia. Nada hay en este proceso que nos haga remembranza a la “fiesta de la democracia”, con la cual, en otrora, se solía etiquetar las elecciones. Pasamos, en dos décadas, de la fiesta de la democracia, al festín de los partidos y ahora al fin del pensamiento.

¿Cómo puede haber "fiesta democrática" cuando las elecciones no parecen ser competencias entre partidos políticos sino entre sectas religiosas, donde la intolerancia es la norma?. Cada contendiente parece tener un espacio geográfico propio y por tanto vedado al opositor político. Ni Walter Valda, el candidato del MAS parece poder ingresar a la ciudad, ni Savina parece poder llegar al campo. Cada uno hace campaña en su espacio como si Sucre y Chuquisaca fueran dos departamentos distintos.

Los medios de comunicación de Sucre, que a estas alturas ya debían estar en disputa por tener juntos a los tres candidatos juntos para entrevistarlos han optado, muchos de ellos, por apoyar a la candidatura de Savina y por tanto solo ella es la que va a las entrevistas, donde le hacen preguntas que parecen interrogantes muy propias de los certámenes de belleza: ¿Díganos, Savina cuáles son sus sueños?, ¿Qué le diría a EVO si lo tuviera al frente?, ¿Está preparada para ganar? Y… para perder también? ¿Cree en la unidad regional? ¿Cree que hay racismo en Sucre? ¿Usted en algún momento se sintió discriminada?.
Ante esto uno llega a creer que no hay problemas en este departamento. Es que acaso no pedimos aeropuerto, caminos, mejoras en la ciudad?, todos temas donde la prefectura juega un rol fundamental?. Por su parte, como Valda no tiene pisada en esta ciudad, más allá de saber que era un esforzado muchachito del área rural, sociólogo y que anduvo por años el campo no sabemos más.

Antes, a dos semanas de de una elección, uno ya estaba cabreado de información y publicidad partidaria y esperaba el debate final, donde cada candidato muestre su habilidad para mostrarse como el mejor dotado para el cargo que postula. Hoy eso parece imposible.

Cuando no hay debate de ideas y de propuestas la política se degrada. Ya no es, como decía Arendt, la expresión de la capacidad de pensar del humano, que quiere participar de la res-pública, es decir de todo aquello que nos concierne a todos. La política se vuelve monotemática y autista. Como siempre son los políticos profesionales los que al final ganan y la región la que pierde.

jueves, 5 de junio de 2008

UN LIBRO DE JAVIER SANJINES


COLONIALISMO Y MESTIZAJE:

UN ACERCAMIENTO AL LIBRO EL ESPEJISMO DEL MESTIZAJE DE JAVIER SANJINES

Últimamente y a raíz de los cambios históricos que se han venido dando en nuestro país, ha cobrado actualidad las temáticas ligadas a la identidad, etnicidad e indianidad. Prueba de ello, es la importante obra El espejismo del mestizaje de Javier Sanjinés que a lo largo de 221 páginas y 4 capítulos, nos trata de mostrar cómo el discurso del mestizaje opera como un mecanismo de legitimación social y política del poder en nuestro país. El presente trabajo trata de reseñar críticamente este libro.

Una de las vías de acercamiento que se puede establecer al libro de Sanjinés es a través del recurso metafórico de la mirada y de los ojos, a la que recurre una y otra vez nuestro autor, que tiene que ver con la idea de que toda representación de la realidad se la hace a partir de cierto “punto de vista”, lo que no es inocente o neutral ya que la misma genera epistemes discursivas que producen órdenes de verdad (Foucault), que tienen como misión clasificar, ordenar y, al final, disciplinar a la sociedad. Esto relacionado con los estudios poscoloniales, que son el sustrato teórico de Sanjinés, quiere decir que hay un tipo de orden de verdad nacida en los países occidentales, la misma que al ser utilizada por los intelectuales bolivianos es proyectada al conjunto de la sociedad, generando esquemas de dominación. Sanjinés nos indica que la mirada de los intelectuales bolivianos de las primera décadas del siglo XX es una mirada de “un solo ojo”, un ojo racional, que al concebir el mundo de manera dicotómica, concibe al indio como atrasado y premoderno.

Si bien esta postura está bastante clara en lo que respecta a Alcides Arguedas, quien claramente en toda su obra, pero en especial en Pueblo enfermo, sostiene que los cholos e indios son una rémora para el progreso económico, no lo está tanto en Franz Tamayo, quien en su obra, Creación de la pedagogía nacional realiza una durísima crítica al “bovarismo” de los reformadores educativos bolivianos de los primeros años del siglo pasado, que no proponían a la educación boliviana otra cosa que imitaciones simiescas de modelos educativos europeos. Tamayo exalta el alma indígena, hace radicar en ella la energía nacional; sostiene que se debe ser capaz de crear una educación y una cultura con base en lo nacional, evitando a toda costa ser un reflejo de Europa.

Sin embargo, nos señala Sanjinés, Franz Tamayo, pese a su proclamada defensa y alta valoración de lo indio, no cambia un ápice la perspectiva epistemológica de un solo ojo, que va desde afuera (lo occidental) hacia adentro (la otredad indígena) prescindiendo del propio indio (40). Como dice el autor “aunque Tamayo se empecinó en que creamos que había corregido la mirada del observador liberal-positivista, su punto de vista siguió siendo el mismo del colonizador europeo” (: 57), que de una manera paternalista proponía una educación de amor y paciencia para el indio y de fortalecimiento de la inteligencia para el mestizo. De esta manera, el mestizaje propuesto por Tamayo es sobre todo una construcción discursiva funcional a los sectores dominantes que se elaboró en el siglo XX para resolver el tema indio, ya sea para cooptarlos como para oponerse a ellos.

De esta manera es como debe entenderse la profunda repercusión que tuvo la obra de Tamayo en su época, sobre todo en el marco de una situación ideológica de la elite, que estaba necesitada de justificaciones de su dominación, que no fueran las mismas que se manejaban en el siglo XIX, que eran de simple negación de lo indio. Sostiene Sanjinés que Tamayo, al valorar lo indio y lo originario y situar la energía y vitalidad nacional en él, lo que hace es retomar lo indio pero convertido en un objeto vacío de contenido social, y estático desde el punto de vista histórico: el indio como categoría social es un objeto folclorizado, que relieva lo autóctono, que exalta las virtudes y la fuerza y vitalidad indígena, pero que esconde sus condiciones reales de vida y que para realizarse como la fuerza de lo nacional deberá ser conducida no por el cholo letrado, sino por los mestizos que había heredado de los blancos su inteligencia. Para Tamayo “el mestizo ideal era ese indio musculoso que llevaba en la cabeza al mestizo inteligente” (: 59)

Un elemento que resalta Sanjines es la diferencia que estableció Tamayo, entre el mestizo y cholo y la diferente valoración social que otorgó a cada una de estas categorías étnicas. De esta manera el mestizo está más ligado a las pautas culturales occidentales y a la estructura económica dominante, y lo segundos, los cholos, más ligados a lo sectores indígenas urbanos (alguna vez Tamayo había exclamado que él mismo no era un cholo sino un mestizo armónicamente constituido).

Al valorar lo mestizo y no lo cholo, el discurso intelectual de Tamayo se hace funcional a las necesidades de una elite que necesitaba negar el asenso social y político de los sectores subalternos. Superando el discurso positivista que oponía la civilización a la barbarie y que proclamaba la necesitad de las extinción de la raza indígena, se convierte en un discurso irracional y vitalista que promovía el rescate y valoración de lo autóctono.

Para Sanjinés, todos los artistas y pensadores de las primera décadas del siglo XX, más allá de sus posturas particulares, comparten la misma matriz epistemológica “de un solo ojo”, que no obstante exaltar e idealizar las virtudes de la indianidad ocultan al indio de carne y hueso. Esto es lo que pasa con las obras del pintor más destacado de entonces como Cecilio Guzmán de Rojas, quien en sus pinturas como Cristo Aymara, representaba un indio exótico, que era una “representación exprofesa de lo que los mestizos buscaban que el indio fuese” (: 85), y que ocultaba y negaba la cruel realidad concreta en la que vivían los indios de entonces. Se trata de una óptica disciplinaria que al representar un indio ideal, buscaba detener sus posibilidades de rebelión social y de contacto con los sectores cholo urbanos.

Retomando la metáfora de la mirada cíclope o de “un solo ojo”, para Sanjinés, los indios que plasma en el lienzo Cecilio Guzmán de Rojas parten no de la vivencia real del sujeto que es representado en la obra (el indio), sino que parten desde la mirada, idealizada, sin fisuras ni contradicciones, que tiene el pintor del indio. “En otras palabras –nos señala Sanjines- se está frente a un movimiento epistemológico que surge de una verdad universal, hegemónica, que debe ser aplicada a la cultura local, evitándose, cualquier otro movimiento que provenga del conocimiento local, y que pretenda cuestionar la supremacía de los valores universales” (: 91).

Esta suerte de corriente estética permanece en los llamados “místicos de la tierra” como Jaime Mendoza, Fernando Diez de Medina y otros, que al margen de dar una justificación ideológica para el dominio mestizo criollo, terminaron por reforzar “el conformismo de una clase dominante nada deseosa de ver la identidad fuera de su punto de vista jerárquico, ocular céntrico” (103).

De esta manera, para Sanjinés, si bien los intelectuales y artistas de las primeras décadas del siglo pasado tornan su mirada hacia lo indio, en un intento por ver con los propios ojos la realidad nacional, para de esta manera superar la visión positivista del siglo pasado, tal intento está inevitablemente condenado la fracaso, ya que este cambio de mirada se lo hace desde la espisteme discursiva de la occidentalidad, es decir desde el orden del discurso antropocéntrico y logocéntrico de la Europa de entonces: Tamayo defiende que en el indio está la energía nacional, pero hace recaer en el mestizo la inteligencia. Cecilo Guzmán de Rojas pinta bellos cuadros de indios pero los mismos carecen de referente empírico, son incapaces de establecer vasos comunicantes con la misma realidad del indio de entonces.

Solo Arturo Borda, pintor paceño, escapa a esta visión de la realidad. Borda más ligado a los movimientos anarquistas de entonces, es capaz de proponer una mirada diversa y policéntrica, que critica a los valores eternos e inmutables que Guzmán de Rojas trataba de imprimir a sus cuadros. Borda es el arquetipo del pintor maldito que rehuye mostrar la realidad como una entidad estática, estable y solemne y que propone, en cambio, la multiplicidad de la realidad, su presencia polifacética, dinámica y contradictoria. En su obra esto se plasma de una forma que hace mofa de la realidad social de entonces . “Borda – nos señala Sanjinés- se atrevió a revelar tanto lo grotesco del poder, como la belleza latente de lo que era supuestamente considerado como vulgar” (: 113).

Posteriormente, y como fruto de los cambios sociales y políticos generados por la derrota boliviana en la guerra de Chaco, aparecen importantes intelectuales como Augusto Céspedes y Carlos Montenegro, que critican la concepción de mestizaje que había iniciado Franz Tamayo. Céspedes lo hace a partir de criticar la concepción de mestizaje de Tamayo, que en su criterio, se habría mistificado, proponiendo eliminar el aura que rodea al arte con la finalidad de darle al mestizaje su rol de liberador de la bolivianidad (:134).

De todas maneras, Sanjinés, no cree que los autores que trataron de refutar a Tamayo hayan cambiado radicalmente su perspectiva del mestizaje ya que “el mestizaje es el paradigma que las elites letradas y que las contraelites revolucionarias emplearon para describir e interpretar los mecanismos que gobiernan la sociedad en el nivel sociopolítico y cultural” (: 167).

Este discurso homogeneizante, occidentalista y funcional a las elites en el poder, habría sido contrarrestado –ya más contemporáneamente- por el discurso de Felipe Quispe “El Mallku”, que implicó una “ruptura epistemológica con las lógicas de conocimiento occidental” (171), que habría puesto de cabeza el discurso del mestizaje al plantear abiertamente la “indianización de los Q`aras”.

Si bien a lo largo del texto de Sanjinés, uno se percata de que el discurso del mestizaje, inaugurado por Tamayo, es profundamente antidemocrático ya que invisibiliza, bajo el manto de la homogeneidad y de la idealidad, a la mayoría indígena de nuestro país, estableciendo una mirada occidentalizada, no nos parece que esta falencia de la episteme discursiva tamayana vaya a ser reemplazada por el discurso de Felipe Quispe. Ya que si bien, siguiendo a Sanjinés, no estamos de acuerdo con la perspectiva tamayana del mestizaje, esto no quiere decir que neguemos el mestizaje. Nos parece colonial y racista forma de entender el mestizaje de Tamayo, pero también no los parece el discurso indigenista de Quispe, ya no trata de comprender el mestizaje, para hacerlo más democrático e incluyente (cosa deseable), sino que simplemente lo denosta arguyendo que es el discurso de la minoría letrada de este país.

Por ello, si bien podemos estar de acuerdo en que Quispe pone de cabeza la lógica colonial del mestizaje, lo hace manteniendo la mirada ocularcéntrica que tanto se critica a lo largo del texto de Sanjinés. No porque adjetivos como t`ara sean cambiados por Q`ara y por que el emisor del discurso no sea ya un blanco de traje y corbata, sino un indio de poncho, el discurso deja de ser racista y profundamente antidemocrático. Y no lo es, por que este discurso no parte de el interés de comprender al otro, diferente de uno mismo, sino de aniquilarlo, desconociendo su historicidad.

Sin embargo, por muchas vueltas que le demos, el mestizaje y los mestizos están ahí, bailando de morenos en la entrada de Guadalupe, tratando de vestirse como los cantantes de cumbia villera o los personajes de la telenovela de moda, a la vez que bailan tecno y hip hop, lo que nos invita a pensar que el mestizaje ahora debe ser comprendido desde las prácticas de los sectores cholos y mestizos, a través de una mirada, más antropológica que literaria.



miércoles, 28 de mayo de 2008

LOS JÓVENES Y LA POLÍTICA EN SUCRE













Cada juventud tiene sus símbolos y sus íconos se dice. La juventud boliviana de los años setenta fue marcada por las dictaduras y la imagen del Che Guevara y la de los ochenta y noventa por la democracia. Desde una perspectiva política, son los cambios en el sistema político los que marcan a una generación y que delinea su forma de pensar y de actuar. En este sentido será menester preguntarnos ¿Cuál es el efecto que sobre la juventud ha tenido la debacle del sistema de partidos y el nacimiento de un nuevo panorama político a partir de 2005?, ¿Cómo asume el joven de hoy la idea de la interculturalidad?, ¿Se puede hablar de una juventud más tolerante desde el punto de vista de su cultura política o, por el contrario de un joven atrincherado en sus identidades primarias como el regionalismo y el racismo a tono con la polarización política del país?, en fin ¿Cuál el rol actual del joven en la democracia?.

Antes de hacer un breve esbozo de la participación del joven en la política sucrense de hoy, establezcamos que el contexto político actual en la ciudad de Sucre, es absolutamente distinto al de antes de la instalación de la Asamblea constituyente. De una manera u otra, el conflicto por la capitalidad y su decurso posterior ha modificado el campo político regional, reconfigurando a los actores y los proyectos políticos regionales, recreando el campo de lo discursivamente válido, y cambiando la trama de las alianzas interregionales. El discurso político de hoy en la ciudad de Sucre gira en torno a dos ejes: la demanda de la capitalía plena y las autonomías regionales. Por su parte hay un actor político hegemónico que es el Comité Interinstitucional que actúa como cohesionador de una multiplicidad de organizaciones locales y de partidos políticos, y es el ente aglutinador y canalizador de las demandas regionales. Por último, a contrapelo de la propia historia regional, se ha establecido y privilegiado fuertes nexos políticos con los líderes de la media luna.

En este sentido y como ocurre en gran parte del país, no hay un sistema de partidos que en el sentido clásico sean capaces de generar una interdiscurvisidad democrática, que establezca visiones políticas a largo plazo para la región. Los partidos de oposición y sus líderes, no actúan con una visión nacional de la política, por que les parece más rentable políticamente un apoyo ambiguo y oportunista a la demanda de capitalía en Sucre, mientras en La Paz sus principales líderes mantienen la idea de la inamovilidad de la sede de gobierno.

En este panorama, el rol que hoy juega una parte de la juventud en Sucre, es la de servir como fuerza de choque en los conflictos que se plantean a propósito de las demandas regionales: son ellos los engrosan las marchas, los que masifican las huelgas de hambre, los que bloquean, los que pelean contra policías y, al final los que con sus acciones dan efectividad política al discurso cívico.

Sin embargo, pese a lo importante de la participación juvenil, no se puede afirmar que la misma se haya traducido en alguna forma de liderazgo o de factor de poder al interior del movimiento cívico, ya que quienes hoy manejan los hilos de la política en Sucre, son una abigarrada y colorida mezcla de nuevos y viejos políticos a quienes une la oposición al Gobierno actual y la expectativa de su desgaste para, a partir de ahí, tratar no solo de rearticular su propio liderazgo sino el de sus partidos. Tanto en su discurso como en sus acciones estos políticos no tienen una visión intercultural ni intergeneracional, que sea integradora de las distintas realidades sociales, culturales y etáreas del departamento de Chuquisaca.

En estas condiciones, la posibilidad de que los jóvenes sean el factor de recambio generacional en la política sucrense es diluida por un factor bien simple: ausencia de una visión crítica de lo que acontece en la ciudad. Los políticos actuales están desplegando una especie de pedagogía de la intolerancia donde los mejores alumnos son los jóvenes cuyo saldo es obviamente favorable a los primeros. Ellos son los que dan los discursos y aparecen en los medios de comunicación y son los jóvenes los que van a las calles Son ellos los que capitalizan el apoyo político de la población mientras los jóvenes solo ganan simpatía. Son ellos los que enseñan que la intolerancia como norma en la política y son los jóvenes la que la ponen en práctica en las manifestaciones golpeando y humillando campesinos.

Lo triste es que en este peligroso juego de oposición discursiva y fomento fáctico de la violencia y de la intolerancia, la sociedad va perdiendo sus valores democráticos y por lo tanto su capacidad de resolución pacífica y negociada de los conflictos. Por tanto, no nos extrañemos si mañana, son los palos los que se imponen sobre las ideas, los gritos sobre la discusión razonada y el dogmatismo ciego y mudo sobre el pensar. La desintitucionalización entendida como la falta del apego a reglas y normas no nacen de la nada, surgen allí donde los valores democráticos han dejado de tener importancia y cuya víctima principal es la propia sociedad que la ha fomentado.

viernes, 16 de mayo de 2008

A PROPÓSITO DE ARENDT: EL PENSAR Y LA POLITICA









Como se sabe, para Weber la política es el conjunto de acciones capaces de incidir sobre la dirección y sentido de una comunidad política que es el Estado, actividad que necesita de conocimientos y de racionalidad. Esta necesidad de incidencia en el mundo también precisa de convencimientos, convicciones y creencias que están en la misma base del actuar político sin las cuales es imposible pensar en su realización. Este dilema entre la política en tanto acción planificada y en tanto pasión está planteada en Weber quien en una conferencia denominada La política como vocación dice:
"la política se hace con la cabeza y no con otras partes del cuerpo o del alma. Y, sin embargo, la entrega a una causa solo puede nacer y alimentarse de la pasión, si ha de ser una auténtica actividad humana y no un frívolo juego intelectual (: 154),
es decir, en política se piensa con la razón y se actúa con la pasión. Por tanto, habría una distinción entre la frialdad del conocimiento y la fuerza de la pasión, la segunda que empuja y la primera que conduce.
Es Hannah Arendt quien trata de problematizar y profundizar estos aspectos ya que, para esta filósofa, el conocer al que alude Weber y que elabora una serie de conceptos que nos ayudan en la acción en y sobre el mundo, no es equivalente al pensar en tanto éste es una actividad que no construye nada. Sintetizando: para Weber la actividad política necesita de pasión y de conocimiento, a esto, Arendt diría que la política necesita, además, del pensar.
Estas reflexiones en torno al pensar están inscritas en en su texto titulado El pensar y las reflexiones morales donde Hannah Arendt, a partir de la conducta del criminal nazi Eichmann hace una serie de reflexiones acerca del mal o de la capacidad de hacerlo y precisa, para el caso de Eichmann, que
a pesar de lo monstruoso de los actos, el agente no era un monstruo ni un demonio y la única característica específica que se podía encontrar en su pasado, así como en su conducta a lo largo del juicio y del examen policial previo fue algo enteramente negativo: no era estupidez, sino una curiosa y absoluta incapacidad para pensar (: 110), que se reflejaba en su adhesión simple y acrítica a pautas de comportamiento convencionales que hacía que lo que antes el consideraba su deber ahora era considerado un crimen. Esto lleva a preguntarse a la filósofa, si el pensar en tanto actividad diaria y cotidiana y que nos conduce a distinguir lo bueno de lo malo predispone a algunas personas a no cometer actos que dañan a los semejantes o, dicho de otra manera, predispone a no cometer el mal. El pensar como antídoto de los actos criminales.
Arendt siguiendo las reflexiones de Kant plantea claramente que conocer y pensar, son dos esferas distintas del ejercicio del intelecto, en tanto:
"la actividad de conocer es una actividad de construcción del mundo como lo es la actividad de la construcción de casas. La inclinación o la necesidad de pensar, por el contrario (…) no deja nada tangible tras sí, ni puede ser acallada por las intuiciones supuestamente definitivas de los sabios (: 114), pensar es un proceso donde se cuestiona las propias certezas y certidumbres en la búsqueda no de conocimiento de las cosas sino de sentido a las cosas. Continuamente estamos, nos movemos y usamos un conjunto de cánones, de reglas, de estereotipos, de frases, de clichés, de esquemas, de consignas las mismas que nos ayudan a vivir en la sociedad pero que deben ser criticadas y cuestionadas en función de un sentido que quizás no lo tienen. Por ello las sociedades que no ejercen el pensar, que no renuevan su convencimiento del sentido de las cosas, siempre obedecen las reglas o siempre aceptan la validez de las mismas, por que al perder su capacidad de pensar han perdido también su capacidad de juzgar dejando siempre su decisión en manos de otros. Y si bien para Arendt el pensar no es igual a juzgar sin duda están conectadas ya que reflexionar sobre lo bueno o lo malo, sobre lo bello o lo feo, sobre la pertinencia o no de un código de conducta siempre acarrea la toma de una posición. Como dice Arendt “no podemos esperar de la actividad de pensar ningún mandato o proposición moral y menos aún, una nueva y dogmática definición de lo que está bien y de lo que está mal” (: 115), ya que este no es su fin, sino esperar la comprensión de cuanto acontece y que al final nos reconcilia con el mundo.
Si aceptamos que el pensar es distinto del conocer se puede sostener por tanto que el pensar no tiene una relación con la sabiduría o estupidez de una persona: se puede ser un sabio y a la vez estar incapacitado para pensar, es decir para comprender la realidad o someter a una autocrítica las propias certezas o conclusiones que, como nos los recuerda Sócrates, son estatuas de barro cuando el viento del pensamiento recorre por ellos. Aquí, por supuesto, se puede decir cómo sociedades con altísimo nivel de conocimientos y con una larga tradición cultural pueden crear campos de concentración o bombardear ciudades civiles. Por ello, para Arendt, el ejercicio del pensar, esa capacidad que detiene la acción y que por un momento aísla al sujeto que lo hace de sus semejantes, debe ser exigible a toda persona “con independencia de grado de erudición o de ignorancia, inteligencia o estupidez que pudiera tener” (:114).
Pero ¿Cuál la importancia concreta del pensar en la política?, ¿cómo la actividad del pensar sirve para el estar juntos o para la convivencia de las sociedades? ¿Si el pensar en si mismo no produce nada y no son los hombres en comunidad los que lo hacen sino los individuos (ya que al hacerlo dejan, por un momento de estar en medio de los otros), cómo esta actividad personal puede servir a la política que es una actividad que se origina y tiene fin en la sociedad? ¿Si el pensar produce sobre todo perplejidades cómo puede servir a la política que, sobre todo necesita de certidumbres? Arendt propone que nos guiemos no en torno a la experiencia antes que en torno a doctrinas, ya que, al parecer existen libros en torno al producto del pensamiento pero muy pocos en torno a la experiencia del pensar. Usa como ejemplo a Sócrates quien, como se sabe, a través de la invitación al diálogo invitaba al ejercicio del pensar haciendo el papel de tábano en tanto aguijoneaba a la gente para que reflexione en torno a sus propias certezas y, también hacía el papel de comadrona, ya que se decía hacía nacer pensamientos nuevos o renovados allí donde aparentemente todo ya estaba resuelto. El producto de esto es doble: por una parte el pensamiento paraliza (en este sentido Sócrates también fue ligado a la imagen de un pez torpedo) ya que al estar los valores, pautas de conducta y códigos morales, puestos en cuestión hace que de pronto ya no podamos movernos tan cómodamente en el mundo como antes lo hacíamos, lo que siempre conlleva el riesgo del nihilismo, es decir en la negación de todos los valores (como lo hace actualmente el pensamiento postmoderno). Pero, sin duda, esta no era la intención de Sócrates ya que si bien el nihilismo o el escepticismo son riesgos siempre presentes esto no invalida la utilidad del pensar, ya que las perplejidad es el principio y de ninguna manera el fin del pensar.
El riesgo del pensar es mayor en el caso de la política, ya que la duda, la parálisis en la misma no es aconsejable ya que sobre todo la política necesita acción. Sin embargo la ausencia del pensamiento todavía lo es más ya que, dada su propia naturaleza, los líderes políticos actúan con pleno convencimiento de que sus pautas de conducta y sus valores son los válidos desde siempre y para siempre sin que el mas mínimo asomo de duda ensombrezca sus decisiones, lo que al final, es impuesto a la propia sociedad. Quizás estas sea la causa de la degradación de la política boliviana actual: esa correlación directa entre la radicalidad de las posiciones y la radical incapacidad para pensar las propias ideas y acciones, esa ausencia total de crítica de las propias certidumbres: todos creyendo firmemente en la correctitud de sus acciones y todos en coro respondiendo a los problemas de la sociedad con frases hechas y más que desgastadas; con consignas, con ideologías congeladas, con discursos que no llevan a ninguna parte.


BIBLIOGRAFÍA

ARENDT, Hannah
1995 De la historia a la acción, Barcelona: Paidos

WEBER, Max
1969 El político y el científico, Madrid: Alianza