El pasado domingo 29 de junio se realizaron las elecciones prefecturales. A propósito de ello, van estas reflexiones donde trataré de hacer un acercamiento a lo sucedido a partir de las nociones de campo político y de análisis de discurso, teorizadas por Bourdieu y Foucault.
Como se sabe, desde hace algunos años, el campo político boliviano ha sufrido una notable reconfiguración y consiguientemente una transformación de lo que es discursivamente válido, que estaría compuesto básicamente por tres elementos que son: la nacionalización, el indigenismo y las autonomías.
Sin embargo, dada la polarización política del país, es posible afirmar que existen dos campos políticos. El primero que ancla su identidad política en lo étnico y el otro en las autonomías, siendo la nacionalización un discurso que es utilizado por ambos. De esta manera el MAS utilizaría, con mucho éxito, el discurso indigenista y los prefectos de la media luna el discurso autonomista, pero con una capacidad de circulación necesariamente acotada a determinados espacios territoriales. El discurso masista tendría una alta capacidad de interpelación en las zonas rurales y en los departamentos como La Paz, Oruro y Potosí y el discurso de la media luna en las ciudades, y en departamentos como Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando. Estos dos discursos son los que están en punga, y son expresiones de la crisis estatal que vive nuestro país, ya que ninguno puede ser un discurso verdaderamente nacional, es decir hegemónico.
LA NOVEDAD DEL DISCURSO DE LA ACI.
En nuestro criterio la novedad del discurso de la ACI estriba en que trató de articular elementos de dos campos discursivos distintos: del discurso masista toma lo étnico y de la media luna las autonomías. Veamos cómo lo hace.
Lo étnico y lo autonómico
El ACI, postuló a una mujer de origen campesino, Savina Cuellar, como candidata a Prefecta. Con eso trató de dar un mensaje de unidad campo ciudad y de contrarrestar la idea de que la ACI era una agrupación política de oligarcas conservadores.
El ACI, postuló a una mujer de origen campesino, Savina Cuellar, como candidata a Prefecta. Con eso trató de dar un mensaje de unidad campo ciudad y de contrarrestar la idea de que la ACI era una agrupación política de oligarcas conservadores.
Por otra parte, su discurso tomo un elemento del otro campo discursivo como las autonomías, en una intención de colocarse a tono con sus aliados de la media luna y de interpelar electoralmente a votantes citadinos y de clase media. Como se puede ver, había dos componentes, lo étnico y lo autonómico, que eran centrales en el discurso de la ACI. Lo primero que buscaba interpelar a los sectores campesinos y los segundo que era un anzuelo para el voto citadino.
Desde un punto de vista electoral, la estrategia de la ACI parece ser la misma pero invertida de la estrategia que aplicó el MAS en las elecciones de 2005. En ese año postuló a un candidato de Sucre, para convocar al electorado urbano. En 2008, el ACI coloca a una candidata rural para convocar a los campesinos.
¿Cuál fue el resultado de este intento de conjunción de lo étnico con lo autonómico? Por los resultados electorales donde Savina logro el 51% de los votos frente al 44% del MAS se puede decir que poco rentable, ya que el discurso étnico que trataba de tener credibilidad con Savina, no solo que no mermó el votaje masista sino que es posible que incluso haya reforzado aún más la tendencia de los votos duros o leales hacia el MAS, sobre todo del campo, pero también de la ciudad.
¿Por qué ocurrió esto? Uno de los factores tiene que con las características que tiene el discurso político, ya que la credibilidad del portavoz o del emisor del discurso es vital para la capacidad de circulación del discurso ya que, de hecho, no solo basta con colocar a un o una personaje con determinadas características para que los discursos tengan capacidad de convencimiento, sino que hace falta que el candidato y su partido puedan sustentarlo.
En ese sentido, la ACI ni siquiera intentó proponer un discurso alternativo al masista para la inclusión indígena. Supuso que colocando a una mujer del campo era suficiente, que era claramente un error de percepción, ya que en ningún momento la candidata Savina pudo captar voto rural, en la medida en que esperaban sus seguidores.
En un sentido figurado, podríamos decir que el ACI tenía un portavoz para la interpelación étnica de los campesinos, pero este portavoz carecía de discurso y, en algunos casos de voz, ya que Savina hablaba indirectamente a través de la voz de los líderes del Comité Interinstitucional o bien, las veces que hablaba directamente, lo hacía tomando el discurso del los líderes de la ACI, reforzando los argumentos del campo discursivo citadino: capitalía plena y autonomías.
Por esto, cuando el ACI juega en el campo discursivo del MAS, lo hace de manera insuficiente y deficiente. Por ello, lo que ocurrió el 24 de mayo, con la vergonzosa vejación de los campesinos, no fue más que el triste epítome de una forma de pensar y de sentir de un proyecto político que se pretendía incluyente, al colocar a Savina como candidata, pero que el los hechos era paternalista y negador de la otredad indígena
¿Capitalía con autonomías?
La otra novedad del discurso del ACI es que trata de articular el discurso autonómico, con el de capitalía plena. Si con el discurso étnico la ACI, y la propuesta de “Savina Prefecta”, trataba de tener un discurso departamental, con el discurso autonomista trató de ser nacional y, en ese sentido, de ponerse a tono con la propuesta de los departamentos de la media luna.
Pero eso no deja de tener sus dificultades. Siendo rigurosos la propuesta de capitalía plena es un discurso centralista y centralizante que originalmente no busca descentralizar el poder, sino solo cambiarlo de lugar: de la ciudad de La Paz a la ciudad de Sucre. Por el contrario, la propuesta autonómica busca descentralizar el poder y por tanto la sede de los poderes, no a otra ciudad sino a sus propios departamentos. A los líderes regionales cruceños, por ejemplo, no les interesa discutir dónde estará la sede de los poderes nacionales, en tanto tengan el suyo en sus departamentos. Por ello, no deja de ser risible el grafitti que proclamaba: “Sucre Capital de los departamentos autonómicos”.
Pero, si lógica y doctrinariamente autonomías y capitalía plena son contradictorios, ¿cómo es que en el discurso de la ACI logran percibirse como uno solo?. Esta pregunta precisa un breve exordio para ser respondida.
En primer lugar precisemos que el discurso autonómico se instala recientemente en el campo político regional Chuquisaqueño. Recordemos que, en 1985, cuando se empezó a discutir el tema de la descentralización administrativa, Chuquisaca junto con Potosí y Tarija, si bien no tenían una postura contraria al proceso, por lo menos eran bastante escépticos en cuanto a sus potenciales bondades para el desarrollo de sus departamentos. A partir de la constatación de las profundas diferencias interregionales, en cuanto a capacidad de generar recursos para sostener las competencias a ser descentralizadas, no sin razón el “Bloque cívico del Sur” planteó que toda descentralización debería estar acompañada de la creación de un Fondo de Compensación Departamental, que era una suerte de bolsa común donde los departamentos, ahora más prósperos, aportarían con sus recursos para que las competencias a ser descentralizadas puedan seguir siendo financiadas y sean estables en el tiempo.
Por esto, cuando se da el referéndum por autonomías y en Chuquisaca gana el No a las mismas, esto no debe ser explicado a partir de la falta de información de la gente, sino al hecho de que en Chuquisaca todavía el discurso autonómico no tenía capacidad de circulación, probablemente por que se lo veía como una propuesta que ahondaba la diferencia entre los departamentos ricos y pobres
Pero, ¿en qué momento cambia esta percepción y por que? En mi criterio, en el momento en que la directiva de la Asamblea Constituyente, en agosto de 2007, decide suprimir de manera torpe y autoritaria, la discusión del tema de la capitalía plena y el gobierno decide explícitamente colocarse de lado de La Paz.
Casi por lógica asociación, el sucrense percibió que esta actitud no solo se debía a un gobierno sino a la estructura estatal centralista, que ahora se lo veía no solo como el culpable de las acciones asumidas en la Asamblea Constituyente sino, casi de todos los problemas regionales. De esta manera la lucha por la capitalía deviene en una lucha por la autonomía. La lucha por la capitalía, su decurso posterior y la animadversión al gobierno de Evo Morales genera un amplio margen de disponibilidad para la recepción del discurso autonómico
[3].Electoralmente, cuando la ACI maneja el discurso de la lucha por la capitalía y por la autonomía gana, esto es lo que muestran los resultados de las elecciones prefecturales donde, en la ciudad de Sucre, Savina triunfa con un considerable margen de más del 70%.
A manera de conclusión
Estas líneas han sido un intento de explicar los resultados electorales de las elecciones prefecturales. Sostenemos que el ACI trató de articular elementos de campos discursivos antagónicos. Por una parte con la postulación de Savina trató de tomar los elementos discursivos étnicos y con las autonomías de tomar los elementos del discurso de la media luna.
Estas líneas han sido un intento de explicar los resultados electorales de las elecciones prefecturales. Sostenemos que el ACI trató de articular elementos de campos discursivos antagónicos. Por una parte con la postulación de Savina trató de tomar los elementos discursivos étnicos y con las autonomías de tomar los elementos del discurso de la media luna.
Como vimos este intento no tuvo notorios réditos electorales, es decir no pudo ser capaz de seducir al electorado rural que continuó votando por el MAS. Sin embargo, el discurso autonómico junto a la defensa de la capitalía plena tuvo una alta capacidad de llegada en el electorado citadino, donde el voto se inclinó militantemente por la candidata del ACI.
Sin embargo, tratemos de hallar elementos positivos que pueden hacernos ver la posibilidad de hallar una luz de esperanza a esta polarización destructiva en la que nos empeñamos en persistir los bolivianos.
Más allá de que la postulación de Savina, haya sido un mero cálculo electoral, coincidamos en que el tratar de articular elementos discursivos de campos políticos que hoy están enfrentados tiene sus rasgos positivos ya que es un intento de hallar consensos allá donde ahora todo parece estar enfrentado. En esa medida, la gestión de Savina Cuellar puede ser la cristalización de este discurso. Savina puede demostrar en su gestión que es posible, en lo hechos, unir la propuesta étnica con la autonómica y que se puede generar desarrollo y modernidad sin exclusiones.
En momentos en que estamos a escasos meses de conmemorar el bicentenario de la revolución del 25 de mayo de 1809, todo en Sucre confabula para que esas preguntas sean respondidas por su lado negativo. No obstante, confío en las palabras de Savina, que habla, en referencia a los departamentos de Bolivia, de nueve hijos y no solo de cuatro, y que afirma que la luna entera siempre alumbra mejor que la media luna.
Sucre, julio de 2008.
Sucre, julio de 2008.
[1] Es demostrativo cómo los lideres del ACI cuando se refieren a los campesinos de Chuquisaca se refieren en términos de “nuestros campesinos”, de una forma paternalista.
[2] La encuesta del PNUD sobre el tema señala que un 57% de las personas en Sucre consideraban que las autonomías solo beneficiarían a los departamentos más ricos. (PNUD 2007: 269).
[3] Al año siguiente del conflicto por la capitalía, el ACI junto a una delegación de los prefectos de la media luna colocan el la plaza central 25 de mayo, un “mojón autonómico” .
[2] La encuesta del PNUD sobre el tema señala que un 57% de las personas en Sucre consideraban que las autonomías solo beneficiarían a los departamentos más ricos. (PNUD 2007: 269).
[3] Al año siguiente del conflicto por la capitalía, el ACI junto a una delegación de los prefectos de la media luna colocan el la plaza central 25 de mayo, un “mojón autonómico” .
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