Al presidente Morales nos acostumbramos a verlo visitando lugares alejados de Bolivia, llegando a comunidades campesinas a entregar obras y jugar fútbol. Todos los días Evo acompañado de los camarógrafos de TVB llegaba a una población e iniciaba su rutina: entrega de obra, denostación del adversario político y fútbol. Por ello, nos pareció sorpresivo verlo nada menos que en Nueva York, en la meca del capitalismo mundial poniendo a Bolivia en vitrina, invitando, entusiasta, a que los capitalistas se animen a invertir en Bolivia.
Las razones para este cambio de destino en la andadura presidencial no son otras que la escasez de dólares en las arcas estatales. La necesidad tiene cara de hereje repiten los más experimentados y tienen razón: Bolivia necesita del ingreso de divisas de fuentes alternativas a las de los hidrocaburos y minerales.
No obstante, Morales no es original, sus pares de Cuba, los hermanos Castro, hace rato que ya tomaron ese camino, ellos también hacen esfuerzos porque los burgueses tornen sus individualistas y egoístas ojos hacia cuba y se animen a arriesgar sus capitales. Hasta el momento los Castro ya cosecharon algunos éxitos, lograron atraer a la casa de moda francesa Coco Chanel que en mayo de 2016 realizará un desfile de modas en La Habana. Sus modelos mostrarán ropas que no estarán al alcance del habitante medio de cuba, (con 30 dólares mensuales no alcanza ni para medio vestido) pero si para el turista que puede pagarlo.
Quien no parece haber entendido por donde van las cosas con el imperio parece ser Nicolás Maduro, el imitador de Chavez. Continúa con su lógica de acusar de todos los desastres al capitalismo y de enjuiciar y encarcelar a sus contendientes.
La interrogante es que, con todo, quizá Morales llega tarde, acude a los capitalistas extranjeros cuando la economía boliviana muestra cifras descendentes. Si tomamos en cuenta que el petróleo y la minería son los productos estrellas de Bolivia, es poco probable que los inversores se animen a invertir en este rubro cuando, justamente, los precios no invitan a la esperanza de grandes ganancias. Entonces donde invertirán? en la soya?, en los textiles?, en una fábrica de zapatos, no lo creo. En estos rubros lamentablemente Bolivia tiene pocas ventajas competitivas, y no por falta de personas dispuestas a trabajar, sino porque sencillamente estos sectores no fueron prioridades en la larga gestión de Morales. Por ello, si los capitalistas tornan su torva mirada hacia Bolivia será en los dos rubros antes mencionados y con ello habremos puesto santo y seña a nuestro destino de ser un país extractivista y poco diversificado. Alguien debería recordarle a Morales que entre 1995 y 2011 ingresó más de dos mil millones de dólares de inversión extranjera a las minas potosinas sin que la realidad económica de este departamento haya cambiado gran cosa.
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