miércoles, 30 de mayo de 2012

LAS ESTRATEGIAS DE LA OPOSICIÓN POLÍTICO PARTIDARIA


Como se sabe, la oposición político partidaria tiene poca efectividad, lo que quiere decir que, por más que se esfuerce no tiene ni idea de cómo frenar y menos cambiar las políticas que vienen desde el ejecutivo masista. De hecho, en ninguno de los casos en que el MAS ha tenido que recular, la oposición partidaria ha sido relevante. Por ello es que ha adoptado dos estrategias:

a) La estrategia “ buitre” , que consiste en que, como esas aves negras y temibles, espera con expectativa los desenlaces de los conflictos en Bolivia. Sabe que luego de la pelea, de los gases lacrimógenos, de los bloqueos y de las piedras hay un desgaste físico del gobierno y que eso le puede servir de nutritivo alimento. Pasó con el TIPNIS, con la última huelga médica y con los conflictos regionales.

b) La estrategia “pulguita”, que consiste en desplegar un conjunto de medidas destinadas a incomodar al gobierno, a hacerle la vida más dura, menos tranquila, menos feliz en suma. Estas medidas van desde los chillidos agudos en la Asamblea Legislativa, pasando por la denuncias grandilocuentes y muchas veces sin fundamento hasta, como lo hace el Senador Róger Pinto declararse perseguido político, pidiendo asilo a Brasil, con la esperanza de generar algún impacto mediático a escasos días de la Asamblea de la OEA.

Lo triste es que, pese a las estrategias que adopta la oposición partidaria, hasta ahora solo ha logrado ser una oposición “osito panda”: bonitos, raritos y manchaditos pero sin capacidad de reproducción a gran escala.

jueves, 24 de mayo de 2012



                               LA CIUDAD DE SUCRE EN 1909

Hace cien años la ciudad de Sucre atravesaba la peor crisis de su historia: sus principales flujos económicos y comerciales habían sido rotos; su elite económica, otrora asentada en torno a los llamados “barones de la plata” fue sustituida por los no menos poderosos e influyentes mineros del estaño y, gobernaba Bolivia, el liberal, Ismael Montes, líder del Partido que se había enfrentado a los sucrenses en la Guerra Federal.

La conmemoración del centenario del 25 de mayo de 1809, no lucía muy prometedora, literalmente lo vientos soplaban en contra. Sin embargo se festejó y se homenajeó con dignidad y grandeza. La elite sucrense, con una lúcida visión encontró en los festejos del centenario la posibilidad de insuflar fe y esperanza a un pueblo que, a nueve años de la guerra federal, probablemente se sentía derrotado. Sabía que los hechos históricos y sus narraciones son letra muerta si no sirven para crear futuro o para inventarse uno. El 25 de mayo se ofrecía como una magnífica ocasión para recordar un glorioso pasado donde los sucrenses puedan reconocerse e identificarse. Así se hizo.

Se arbolaron parques, se refaccionaron obeliscos; se descubrieron las estatuas de Sucre y Monteagudo; se ejecutaron varios desfiles; se desarrollaron reuniones y encuentros; se presentaron exposiciones, certámenes literarios y musicales; se hicieron fiestas, bailes y partidos de fútbol y, en homenaje al 25 de mayo, se entregó la primera Normal de maestros, todo, en presencia del Presidente Ismael Montes, de su heredero político Guachalla y de José Manuel Pando, a quienes los imaginamos sorprendidos por tantas muestras de civismo y organización.

Llama la atención de estos festejos dos cosas: la adhesión de los estratos populares y, la ausencia, o mejor, prescindencia del Estado. Si bien Sucre en 1909 es una sociedad estamentaria, donde se mantienen las odiosas diferencias entre castas, que hacen que los indios y mestizos no participen de las definiciones políticas, los festejos del centenario antes de separarlos los incluye, antes de impedir su participación los invita. De este modo, los festejos se hacen verdaderamente numerosos y apoteósicos, dignos de un hecho histórico como el 25 de mayo de 1809 que, dicho sea de paso, hubiera sido imposible sin la participación de la llamada plebe. Así, junto a la elite, junto a los Arce, Abecia, Argandoña, Paravicini, Lambertin y Sainz, participan los albañiles, hojalateros, músicos, guitarreros, aurigas, matarifes, cigarreros, sastres; sociedad de socorros mutuos, escuelas fiscales, particulares, municipales y orfanatorios, en un homenaje a la ciudad muy pocas veces visto.

Por otro lado, sin lágrimas y sin rencores, toda esta organización responde al interés y determinación de un grupo de personas que prescinden casi en todo de la colaboración del Estado. Llevan a cabo la conmemoración del Centenario con los aportes de su propio dinero y de la población que, entusiasta, se adhiere a los festejos. Prueba de ello son los monumentos de Sucre y Montegudo cuya comisión, a la cabeza de Urriolagoitia y Sainz, trabajó desde 1907 con este propósito. Ni qué decir de otras, como la refacción de la Basílica Metropolitana, donde se gastó más de 100.000 bolivianos, mitad de los cuales corresponde a los donativos de la feligresía sucrense.

Las comparaciones, en este caso, son inútiles. Nadie, razonablemente puede pensar que el mayo de 1909, fue igual o peor que el de 2012: son otras las situaciones y otros los contextos. Sin embargo, si algo distingue a los hombres y mujeres que organizaron los festejos del centenario en 1909 es que ellos conocían de historia y tenían un concepto nada frívolo de su responsabilidad.

miércoles, 23 de mayo de 2012

jueves, 17 de mayo de 2012

REGIONALISMO E IDENTIDAD



ALGUNAS CLAVES HISTÓRICAS PARA ENTENDER LA IDENTIDAD SUCRENSE

Franz Flores Castro[1]
Introducción
Se suele decir que las identidades se construyen en relación al otro para establecer tanto diferencias o similitudes reales y otros imaginadas que son base para la acción social y política. Al ser una construcción, no están dadas de una vez y para siempre, sino que son producto de un largo proceso histórico, muchas veces olvidado, pero que se va resignificando en los actores sociales y en sus devenires.
A continuación presentamos algunos elementos históricos que pueden servir de punto de partida para acercarnos a la identidad colectiva sucrense. Para ello, hacemos un recorrido por la forma como se ha ido manifestado el regionalismo en Sucre desde 1825.
La disputa intelectual por la primogenitura del grito libertario
Para José Luis Roca, una de las formas de expresión del regionalismo es la pugna “por regiones rivales por constituirse en hegemónica” (Roca, 2005: 27); por lo tanto es una disputa política por la búsqueda del dominio del sentido y acción estatales a favor de una determinada región y que está determinada por la capacidad económica de sus clases dominantes. Así, los años del dominio conservador (1884-1900) coinciden con la primacía de la región sureña de Chuquisaca, la de los llamados Patriarcas de la Plata  y la del dominio liberal (1900-1920) con la hegemonía del norteño departamento de La Paz.
Desde inicios de la república en 1825, Sucre es una ciudad que constituye su identidad en pugna con La Paz, con quien disputa la capitalía y en base a la cual diseña algunos rasgos de su identidad.
Esta lucha por ser la capital de la república tiene que ver con el lugar y la fecha donde se dio el primer grito libertario: los chuquisaqueños defienden que fue el 25 de mayo de 1809 y los paceños el 16 de julio del mismo año. A pesar de que, como resulta obvio, la sucesión cronológica da la razón a Sucre, los paceños sostienen que lo de Mayo no fue una revolución, sino una simple revuelta que nunca pidió libertad por que defendió a Fernando VII, preso de la tropas de Bonaparte; los sucrense replicarán que esa defensa era sólo un hábil estratagema diseñado por los llamados “doctores de Charcas” para esconder los fines de la revolución. Se trataba de una discusión fundamentalmente académica que, como nunca en nuestro país, estuvo ligada a la discusión y disputa política.
En esa medida, durante todo el siglo XIX, la intelectualidad chuquisaqueña discutió defendió y argumentó la llamada primogenitura de la revolución del 25 de mayo de 1809 en la ciudad de La Plata, frente a la del 16 de julio del mismo año en La Paz. No era una cuestión menor ya que dependiendo de los resultados de esta discusión, la región demostrara la primogenitura, podía justificar ser la capital de la república.
La Sociedad Geográfica y de Historia Sucre, fundada en 1886, fue parte activa de este debate, ofreciendo para ello estudios historiográficos y documentos inéditos que eran publicados en su Boletín. En esta sociedad estaban reunidos los más reconocidos intelectuales sucrenses de la época como Nicanor Mallo, Aniceto Solares, Agustín Iturricha y Valentín Abecia, cuyos pensamientos y posiciones ejercieron una notable influencia en la construcción de la identidad sucrense, ya que aunque los intelectuales en Bolivia “no fueron sino un puñado de personas en medio de una sociedad casi analfabeta y mayoritariamente campesina, su peso se dejó sentir en la opinión” (Romero, 2007: 17).
La Guerra Federal de 1899 y los festejos del Centenario del 25 de mayo de 1899
Este es el ambiente social y cultural presente al momento de estallar la Guerra Federal. Este conflicto, si bien portó formalmente las banderas del federalismo, en los hechos contenía una estrategia política del Partido Liberal, sin posibilidades de llegar al poder desde 1884, para trasladar definitivamente la sede de gobierno de Bolivia a la ciudad de La Paz, golpeando a los conservadores sucrenses en el poder.
La Guerra Federal fue para los chuquisaqueños una derrota política que afectó fuertemente a las élites locales que, de pronto, se vieron frente al hecho de que ya no convenía insistir en el tema de la primogenitura del grito libertario. Tanto es así que uno de los uno de los historiadores chuquisaqueños que con más énfasis había participado en la discusión en torno a la “primogenitura”, como era Valentín Abecia Ayllón, llegó a señalar que:

Si como está probado hasta la evidencia, la idea de la emancipación americana vino incubando en los hombres más avanzados de Sur América que residían en las principales capitales del virreinato, no hay para qué discutir cuál de ellas tuvo la primacía en la revolución, porque este acto, lo hemos repetido varia veces (…) ha sido el brote de toda una colectividad (…) debió estallar él en los centros más civiles así como pudo haberse iniciado simultáneamente en diversas capitales. (en Álbum del Centenario, 1909: 136, resaltado nuestro).
Por tanto, las élites sobredimensionaron otro componente de su dispositivo identitario como el de ser la región, más propiamente la ciudad, donde se atesoraban las costumbres más distinguidas y se encontraba la nobleza más rancia, herencia de la cultura y sangre española.
Los festejos del centenario de la revolución del 25 de mayo 1809 fueron una oportunidad para demostrarlo. En un ambiente marcado por el dominio liberal y con la presencia del Presidente Montes, se organizaron los actos y fiestas de conmemoración de la revolución de 1809 que sirvieron para
… reafirmar su imagen de aristocracia culta y refinada que atesora la cultura española, una élite de gustos finos y delicados que no pueden encontrarse en otros puntos del país. Buscaban afanosamente reafirmar su dominio simbólico, recreando un pasado glorioso. El centenario del 25 de mayo de 1809 fue un motivo para recrear esta identidad (Flores, 2009: 335).
De esta manera las fiestas se realizan en el Club de la Unión, el lugar más aristocrático de la ciudad; los vestidos y trajes compiten en lujo y distinción y los discursos subrayan el hecho de si bien Sucre había iniciado la independencia de España, esa ruptura era solo política, más no de sangre ni cultura. Como decía el munícipe José Carrasco, en el banquete municipal:
… cuando la América se sintió fuerte para desligarse de la patria potestad, luchó por su independencia, y una vez obtenida, devuelve a España su cariño y su amor cual hijo que se independiza a pesar de los esfuerzos de la madre para detenerlo en su hogar. Por eso me parece oportuno recordar en esta ocasión a la patria de nuestros abuelos y cuya generosa sangre, corre por nuestras venas, transmitiéndonos su heroísmo, su valor y carácter caballeresco (Álbum en Flores, 2009: 245).
La elite local, sin una capital política de la cual enorgullecerse, se refugió en su pasado glorioso y noble para reinventar el imaginario local. Si bien nunca dejó de lado e postulado de que Sucre fue el lugar del primer grito libertario, la elite empezó a reinterpretar la historia exaltando los rasgos nobles y señoriales de su pasado colonial, para diferenciarse de otras regiones
A este rasgo se debe añadir el otro rasgo del regionalismo descrito por Roca que es la relación entre el Estado y las regiones. Para este imaginario, la situación de pobreza de Sucre se debe a que, desde el establecimiento de la capital en la ciudad de La Paz, la región ha sido sistemáticamente postergada sin un presupuesto que atendiera sus necesidades. Por tanto, a diferencia de otras regiones, el subdesarrollo chuquisaqueño tendría como referente un año concreto, 1899 y un culpable, la lógica centralista de los sucesivos gobiernos.



Sucre, mayo de 2012




[1] El autor es docente de la USFX y miembro de InvestigaSur

martes, 8 de mayo de 2012

¿El gobierno confía más en la política o en la policía?


Uno de los datos centrales del actual panorama político es la presencia de conflictos, lo dice la fundación UNIR que menciona que desde 2011 se observa una tendencia creciente al endurecimiento y a la violencia en los conflictos, ya que solo en los tres primeros meses de este año hubieron 300 conflictos.  En este breve artículo ensayaremos algunas ideas sobre  la forma en que el gobierno lee los conflictos.
Una primera constatación tiene que ver con el hecho de que el gobierno enfrenta los conflictos como si todos ellos tuvieran carácter conspirador, como si ellos buscaran derribar al gobierno y truncar el/su proceso de cambio. Esta constatación, hace que el gobierno tenga tres fases en su respuesta a los conflictos.
La primera consiste en el ninguneo, el gobierno minimiza para la sociedad y para sí mismo la importancia del conflicto, percibe que sus actores son incapaces de generar mayor repercusión política, la segunda parte es la descalificación de la demanda y del conflicto con acusaciones fuera de tono y de lugar  y la tercera es el represión pura y dura.  
El problema con este tratamiento del conflicto es que no es un tratamiento político, en el sentido de la política entendida como construcción del bienestar común entre actores diversos, sino de un tratamiento que más bien aniquila la política ya que no mira al otro como una fuente de información o de opinión a tomar en cuenta, sino como un factor de desestabilización política al que (necesariamente) se debe vencer y hasta humillar.  Por ello es que la forma en que se construye la estrategia política de gobierno, poco tiene que ver con la política y sí mucho con la policía, mucho con sus reportes de inteligencia y poco con una red de actores políticos propios que le permitan mayores y más acertados consejos y rutas para enfrentar el conflicto. Da la impresión que en estos casos como en muchos otros, el gobierno no toma en cuenta a su propia militancia ni a sus propios aliados, sino que construye sus medidas en un riguroso y peligroso solipsismo que lo aleja no solo de la sociedad sino de su propia base social.
Una de las grandes fortalezas del MAS fue el haber emergido de un movimiento social y político que buscaba ampliar la democracia, hacerla más inclusiva, más participativa. Ese era su norte y su brújula, imprescindibles guías que hoy parecen estar olvidadas o, peor aún, perdidas.

viernes, 4 de mayo de 2012

LA TERCERA DERROTA POLÍTICA DEL GOBIERNO ¿QUÉ VIENE DESPUÉS?



Como es sabido el gobierno en un acto de urgente sobrevivencia ha declarado en suspenso el Decreto Supremo 1126 que disponía la extensión de la jornada laboral de los médicos y trabajadores en salud de 6 a 8 horas. Al respecto cabe hacer algunos apuntes:
a)      Uno de los datos centrales es este conflicto reveló la presencia política de las clases medias en la política boliviana: médicos y estudiantes universitarios de ingresos medios han aparecido en el conflicto con una alta capacidad definitoria, han mostrado su rostro en la política boliviana dominanda por el evismo y han ganado.  ¿el MAS deja de ser una opción urbana?

b)      Nuevamente se muestra la nula capacidad estratégica del gobierno para plantear una medida política de corte radical o profundo. No pudo detener la virulencia de la protesta ni menos su violencia, y su falta de explicación de la propuesta determinó que sus aliados o su base social hayan permanecido indiferentes, es más, como en el caso de la COB, respaldando a los médicos.


c)      Se trata de la tercera derrota política del gobierno del MAS y de su líder Evo Morales, que tiene de recular y volver sobre sus pasos: primero fue el Gasolizano,  segundo la marcha del TIPNIS y el tercero es el decreto de las ocho horas, ¿Qué vienes después? No lo sabemos, lo cierto es que el gobierno debe entender que no se puede ganar ninguna batalla política si solo se confía en la capacidad e intuición del líder y se deja de lado la estrategia política.