viernes, 9 de febrero de 2018

EXAMEN DE INGRESO A USFX Y LA REALIDAD EDUCATIVA EN CHUQUISACA

Probablemente sin quererlo, el último examen de ingreso a la Universidad San Francisco Xavier, desnudó la dramática realidad por la que pasa la educación secundaria en nuestro departamento, puesto que mostró las profundas diferencias entre la educación privada y fiscal. Según los datos brindados por la Dirección de tecnologías de información de la USFX, los jóvenes que egresan de una unidad educativa privada tienen muchas mayores posibilidades de ser admitidos en la universidad que los que salen de un colegio fiscal. Por ejemplo, de 75 postulantes del colegio privado Sagrado Corazón ingresaron 61 bachilleres, lo que  marca un 81,33% de éxito en el examen; en cambio, en el caso del colegio fiscal Cardenal Maurer, de 65 postulantes solo pasaron la prueba 15, es decir un nivel de éxito del 23.08%. Esta situación es todavía más grave en los colegios del área rural como Eduardo Sempértegui de Zudáñez que, de 11 postulantes, ninguno logró salir airoso en la prueba académica.


Con todo lo preocupante que puedan ser estos datos, en realidad no son sorprendentes, en una investigación que publicamos en junio de 2012 ya se mostraban estos mismos datos. En ese estudio postulamos que, dadas las grandes diferencias en la calidad educativa entre los colegios fiscales y particulares, lo que hacía la USFX con el examen de ingreso, era reproducir inequidades, puesto que abría las puertas de la Universidad a los estudiantes de mejores ingresos y cerraba a los más pobres.

¿Qué se debe hacer ante esto? ¿Cuáles son los caminos para dar remediar esta situación? No se trata, ciertamente, de suprimir el examen de ingreso a la USFX, puesto que la universidad necesita contar con los jóvenes más cualificados para enfrentar un proceso de profesionalización, pero tampoco, a nombre de la "calidad" se puede dejar a miles de jóvenes al margen de la posibilidad de profesionalizarse.

En primer lugar, la Universidad  a partir de su cuerpo docente debe investigar en torno al problema, detectar cuáles son los factores que yacen detrás de la mala formación de los estudiantes. Está claro que esta agenda de investigación debe ir más allá de las explicaciones convencionales, que culpan de todo a la supuesta flojera de los jóvenes o a la despreocupación de los padres. Se necesitan investigaciones que indaguen de manera profunda el fenómeno y den pautas para la elaboración de políticas públicas.

El segundo aspecto tiene que ver con la oferta de carreras en USFX. Es ciertamente escandaloso que en un país pobre como el nuestro, donde la gente tiene poco tiempo y recursos para emprender una carrera a nivel de licenciatura, USFX tenga tan poca oferta de carreras a nivel de técnico superior. Por ejemplo, para el año 2016 la matrícula en USFX solo tenía un 15% de jóvenes estudiando carreras de técnico superior.


La pobreza no es culpa de la gente, es un efecto de un sistema educativo que con su inacción y ceguera los condena a la pobreza.  USFX debe cambiar sus patrones de pensamiento, dejar los conceptos viejos y enfrentar los desafíos de la modernidad.

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