Los medios de comunicación han destacado del discurso
informe del 6 de agosto del presidente Morales el hecho de que (al fin) haya reconocido
que la economía tiene problemas de desaceleración, desempleo y baja en los
ingresos por la venta de hidrocarburos.
En este artículo, quisiera analizar otro aspecto, a mi
juicio no menos importante como es el mensaje político que contiene
el discurso del Vicepresidente Alvaro García Linera. Creo que es urgente hacerlo en tanto este discurso mostró cómo se concibe la política desde las esferas del
poder.
García empezó su alocución del 6 de agosto pasado
con una pregunta: ¿cuáles son las condiciones históricas para la grandeza de
una nación? Luego de desestimar la geografía, el clima o los hábitos culturales
por deterministas, planteó que el factor fundamental es el modo en que la sociedad
organiza su vida en común y que se expresa en un “horizonte de época” que,
según García, son los sueños que una nación comparte, que mueve las pasiones
comunes de las personas y sin las cuales no existe posibilidad de pensar en un
meta colectiva. En suma, sin horizonte de época, una sociedad camina a la
deriva, repitiendo su error y manteniendo su pobreza y marginalidad.
Para García este “horizonte de época” es posible ser
logrado solo si la mayoría de las clases populares es la que conduce políticamente
a la sociedad, ocurre cuando se presenta un
momento histórico, en que un sector social logra fundir su perspectiva de futuro con
la visión de las otras clases.
Estas condiciones para García ya se habrían dado desde
2006, fecha de la asunción del MAS al poder. Por una parte el programa del MAS contendría
el horizonte de época, con los movimientos sociales, representantes de la mayoría popular, como conductores del proceso. En síntesis, el horizonte de época no es
una tarea pendiente, sino algo que ya se ha producido objetivamente en
la sociedad boliviana, lo que explicaría, por otro lado, su prosperidad y bienestar.
Por tanto y retornando a la pregunta inicial de García
podemos decir que si es que deseamos ser grandes como país o queremos lograr
la felicidad colectiva, no nos queda otra posibilidad que seguir el “horizonte
de época” ya señalado por los movimientos sociales que acompañan en el poder a
Morales.
El Presidente en su discurso reforzó esta
idea, afirmando que “Debemos festejar, este 6 de agosto, porque, gracias a la
lucha de nuestros movimientos sociales, hemos decidido cómo cambiar en lo
político, social y económico democráticamente, con la participación del pueblo;
la refundación de Bolivia ha permitido cambiar”.
Lo problemático de esta postura es que implica desconocer
casi todo el proceso de la democracia en Bolivia, donde hay vida y mucha más
allá de los movimientos sociales. Existen intelectuales, partidos políticos,
movimientos urbanos y sociales que hoy no están cogobernando con Morales y
que son parte de la democracia. Por tanto lo que subyace al orden del discurso vicepresidencial
es la idea de que no puede haber juego político legítimo más allá de lo que señala
el MAS; ni pueden haber otros actores válidos que las organizaciones sociales
que hoy están en el poder. Pensar lo
contrario es no querer que Bolivia sea grande, que Bolivia progrese y que, en palabras de García, Bolivia llegue a
ser en 10 o 15 años tan desarrollado como Chile.
Por otro lado, una de las claves en el pensamiento de
Gramsci, (a quien el vicepresidente admira y sigue), es la idea de que todo
dominio político está antecedido de un dominio cultural. Solo cuando la clase que
busca hegemonía logra convencer a las demás de que su proyecto de sociedad (tanto
desde el punto de vista político y ético), es el mejor, es cuando se convierte en una clase dirigente. Esta es una condición imprescindible y que creo
está lejos de cumplirse, por el simple hecho de que hoy parte de esa clase
dirigente de los movimientos sociales está en la cárcel, acusada de dañar ese Estado que justamente desde
2006 pretende construir.
1 comentario:
El Estado al que te refieres es nuestro Estado y los lideres de turno han hecho de un modo u otro lo que el vice sostiene de manera clara y abierta, a diferencia que ellos en su momento nos mostraban un estado con discursos subjetivos que han dado los instrumentos necesarios para generar de manera democratica, el cambio que hoy vivimos la pregunta de estado ideal. Siempre va ha tener una respuesta subjetiva
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