Los cooperativistas deben ser los
personajes con más olfato político del país. Apoyaron al MNR en 1954 cuando el gobierno
de Paz Estenssoro dejó de llamarlos ckajchas para convertirlos en cooperativistas;
luego estuvieron con los gobiernos dictatoriales alejándose de la Central
Obrera Boliviana (COB; posteriormente, en la etapa neoliberal, apoyaron el
proceso que desalojaba a los mineros de la COMIBOL y dejaba libres los parajes mineros
que habían ambicionado desde siempre y, finalmente, a inicios del siglo XXI -quizá
adivinando la debacle de los partidos políticos y del neoliberalismo-, estuvieron
con el MAS apoyando sus movilizaciones, una de ellas, la más notable, cuando en
junio de 2005 llegaron a Sucre dinamita en mano, luego de la renuncia de Carlos
Mesa, con el objetivo de que el mando del país, no recayera ni en Hormando Vaca
Diez ni en Mario Cossío, presidente del senado y de diputados respectivamente, sino
en Eduardo Rodríguez Veltze, por entonces presidente de la Corte Suprema de
Justicia.
Empero en política nada es gratis y los
cooperativistas lo saben. Todo este respaldo al MAS fue saldado con una presencia política sin
precedentes en el gobierno nacional. En el primer gabinete de Evo Morales estuvo
un connotado dirigente cooperativista, Walter Villarroel que juró como ministro
de minería. Esto despertó los celos y la protesta del otro aliado del MAS, como
la COB, que de pronto veía que Morales se acercaba mucho, quizá demasiado, a un
sector que actuaba en función de sus intereses y no del proyecto político antineoliberal de entonces.
Y así fue. A pesar de estar en el gobierno
los cooperativistas nunca dejaron de generar conflicto y de lograr una cantidad
inmejorable de prebendas, autorizaciones y dádivas del gobierno. Pidieron más concesiones
mineras y les otorgaron; exigieron no pagar beneficios sociales a sus trabajadores
y se les permitió; solicitaron maquinarias, instalaciones y canchas de fútbol
que antes pertenecían a la COMIBOL y se
les donó; pidieron que el estado cerrara los ojos a los abusos a la fuerza de
trabajo y a la gravísima contaminación que generan sus actividades y así fue.
Sin embargo y más allá de su alta capacidad para la
mutación política, ¿Cuál es el origen del poder de los cooperativistas? A mi
juicio son tres. El primero, el de su identidad política: para el imaginario colectivo tanto como para
el Estado se trata de un movimiento social, revolucionario y de izquierda lo
que esconde su verdadera naturaleza empresarial; en segundo lugar, se trata de
un sector numeroso (60.000 afiliados en todo el país hasta 2006) que es tanto
una fuerza poderosa como masa votante y fuerza movilizada; en tercer lugar, se
trata de un actor que tiene grandes recursos económicos e institucionales que mueve
cada vez que se trata de defender sus intereses.
Todas estas capacidades se pusieron en acción en la
última movilización de los cooperativistas, esa de la semana anterior que tuvo
el saldo de centenares de heridos, entre los cuales se cuentan a policías que
denuncian haber sido secuestrados y torturados, lo que refleja la debilidad del
Estado para hacer cumplir la ley y la fortaleza de un grupo que durante la última
década de gobierno, (esa que el MAS denomina la “década ganada”) no ha hecho
otra cosa que aumentar su poder y prerrogativas.
Se podría decir que esta capacidad de
resistencia al poder estatal de los cooperativistas no es algo que aparece con
el MAS, sino que se incubó en los gobiernos neoliberales que lo fomentaron. Sin
embargo, nunca antes el gobierno de Evo Morales tuvo tantos recursos económicos
y políticos para lograr controlar a este sector empresarial y cambiar radicalmente
esta situación.
El gobierno tuvo en sus manos la posibilidad
de construir una estrategia que diversifique tanto la propia minería así como
la economía de las regiones donde se encuentran las minas. Sin embargo no lo
hizo, prefirió dejar solos a los departamentos, sin posibilidad de resistir al nuevo
poder minero, a tal punto que estas regiones han visto como su marginalidad y
pobreza ha crecido en proporción inversa al poder y riqueza de los
cooperativistas.
4 comentarios:
te estamos vigilando llunku de evo
Siga adelante Sr. Flores, sus análisis son imparciales.
Muchas gracias señora
Muchas gracias señora
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