Cuenta la leyenda que en tiempos algo remotos, en Potosí, una ciudad minera que tiene la rara costumbre de creer en dios y en el diablo a la vez, un señor de apellido Blanco, que vivía de la harina, los fideos y las telas que proveía a las familias potosinas, tuvo la genial idea de comprarse un equipo de fútbol llamado Bamin Real Potosí que, en los años noventa, tuvo tantos éxitos y triunfos como altas fueron las cotizaciones y ventas de minerales.
Potosí, una ciudad, en que la mitad de la gente se gana el sustento diario de lo que le extrae a las minas de su Cerro Rico y la otra mitad vive de lo que le vende a los mineros, hoy tendrá, una vez más, su momento de mayor gloria: el equipo de sus amores, Real Potosí, enfrentará al Flamengo de Brasil, el equipo de crack Ronaldiño, pidiéndole a todos los dioses un milagro utópico e imposible: que Ronaldiño haga su más fulgurante, único e inolvidable partido y que, sin embargo, su equipo, el Flamengo, pierda.
A la pregunta por el sentido de la política hay una respuesta tan sencilla y tan concluyente en si misma, que se diría que otras respuestas están totalmente demás. La respuesta es: el sentido de la política es la libertad (Hannah Arendt).
miércoles, 25 de enero de 2012
martes, 17 de enero de 2012
El juego de los que sobran
Los acontecimientos de la cumbre política, aunque inquietantes, no son sorprendentes: una parte de la oposición (UN, CN, MSM), buscó pretexto para abandonar la reunión: si no eran que los medios tenían que estar en ella, hubiera sido la agenda, si no era la agenda hubiera sido la gestión de gobierno, si no hubiera sido la gestión el color de los vasos... en fin.
Por su parte, el oficialismo, tampoco quería que esté una parte de la oposición. De ser así hubiera permitido que estén los medios de comunicación, (tanto los oficialistas como los de oposición), pero no fue de esta manera; acostumbrado como está el actual gobierno a actuar de forma solipsista, no cuida las formas, “le mete nomás” y así la oposición pudo abandonar la reunión con el discurso de víctimas, otra vez, del gobierno.
Lo cierto es que la cumbre política se quedó con partidos que creíamos estaban bajo tierra y sepultados por el MAS. Evo Morales, del que en algún momento se dijo era un “tsunami” político, actuó como un lloroso y ágil rescatista, que cree encontrar vida allá donde solo corre el viento de la soledad y el abandono. Con algo más de impulso nada raro que en la cumbre hubiéramos visto al PIR o a la FSB.
Por su parte, el oficialismo, tampoco quería que esté una parte de la oposición. De ser así hubiera permitido que estén los medios de comunicación, (tanto los oficialistas como los de oposición), pero no fue de esta manera; acostumbrado como está el actual gobierno a actuar de forma solipsista, no cuida las formas, “le mete nomás” y así la oposición pudo abandonar la reunión con el discurso de víctimas, otra vez, del gobierno.
Lo cierto es que la cumbre política se quedó con partidos que creíamos estaban bajo tierra y sepultados por el MAS. Evo Morales, del que en algún momento se dijo era un “tsunami” político, actuó como un lloroso y ágil rescatista, que cree encontrar vida allá donde solo corre el viento de la soledad y el abandono. Con algo más de impulso nada raro que en la cumbre hubiéramos visto al PIR o a la FSB.
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