Racismo no es nudismo

El día de ayer, en el ya varias veces suspendido juicio sobre los actos de racismo del 24 de mayo de 2008, un grupo de víctimas, en cueros y sin más prendas que su propia dignidad, marcharon frente a la Corte Superior de Justicia donde se realizaba la audiencia. Uno de los victimadores el ras-cista Pillco sostuvo que ese acto también era un acto de racismo, a lo que cabría responderle que racismo no es igual a nudismo. http://www.correodelsur.com/2011/0427/39.php

¿Religiosidad o superstición?

En estos días en nuestro país sube la afectación religiosa. Baste ver la cantidad de personas que se vuelcan a las misas de este domingo de ramos, las iglesias no dan abasto, mucha gente se queda en la puerta. 
Es interesante ver que mientras el cura se desgañita invocando la templanza y la mesura, la feligresía, agarrada de unos ramos que ha comprado en la puerta de la iglesia, espera que la misa termine para luego,entre apretujones, hacer que a esas ramitas les llegue un poco del agua bendita que el cura distribuye subido a un taburete en la puerta de la iglesia.
Como se sabe, luego, esas personas colocarán esas ramitas detrás de sus puertas para que no entre el maligno, es decir la mala suerte, el quencherío o como se llame.
Definitivamente, los bolivianos confundimos felicidad con alegría, alimentación con hartazgo y, en esta semana denominada “santa”, religiosidad con superstición.

Un letrerito nada inocente

Un domingo de cine me topé con este letrero, la pregunta es: ¿no será que este anuncio, casi una amenaza, viola los derechos de las personas?, ¿desde cuándo al comprar una entrada el usuario adquiere, además, una obligación?, en este caso, la obligación de sólo poder comer lo que le ofrece candy bar, es decir pipocas y Coca cola. ¿Acaso no soy libre de escoger lo que quiero comer y  beber? ¿No puedo llevarme mis nativas pasankallas y pasarla bomba a lado de otro u otra que disfruta de sus explosivas pipocas?, ¿no puedo llevarme mis tostaditos de haba, mi sandwich de huevito hecho en casa? ¿por qué sólo puedo escoger entre no comer nada o comer únicamente lo que me ofrece candy bar? ¿desde cuándo el comprar un boleto para el cine implica una supresión de mis libertades? en fin, como dice Sabina: ¿Qué hice para merecer esto?