Empero, una lectura un poco más centrada en lo subnacional nos
puede deparar algunas novedades. En concreto, según las últimas
encuestas, en Santa Cruz, a diferencia de lo que pasa en otros departamentos,
la disputa electoral no está entre Morales y Mesa, sino entre Morales y Oscar Ortiz .
Mi hipótesis es que estos resultados se presentan porque en
Santa Cruz se ha reactivado el regionalismo que había mostrado su potencia entre
2002 y 2009 que, más allá de los cabildos y movilizaciones para defender la
autonomía departamental, se patentizaba en los resultados electorales: en Santa Cruz ganaban los partidos “neoliberales” así como en departamentos de occidente como Potosí, Chuquisaca, Cochabamba y La Paz vencía Morales. Había, qué duda cabe, una fractura política no solo ideológica
sino territorial.
La reactivación de este regionalismo se ve palpablemente en
las últimas encuestas, donde el partido Bolivia dijo No tiene en Santa Cruz un respaldo
importante. Esto quiere decir que, a la hora de votar, los cruceños lo harán
pensando en un partido que, perciben, representa mejor su idea de futuro
político. Tanto a Mesa como a Morales les cuesta conectar con el electorado
cruceño. Para esa ciudadanía, tanto el MAS como Comunidad Ciudadana son vistos
como partidos nacionales, como expresión del centralismo andino y colla, que se
habría reforzado con los 13 años de gestión de Morales.
Las dificultades con las que ha tropezado las unidad entre
Comunidad ciudadana y Bolivia dijo No, es otra muestra de la dimensión regional de la politica, con lo complicado que resultaba para un partido
regional como BDN aceptar a un candidato
no cruceño. No es equivocado suponer que para BDN el respaldar a Mesa implicaba
un costo político, que les hizo plantear tal cantidad de exigencias al candidato de CC que, al
final, estalló la posible coalición.
Este regionalismo, que la literatura especializada llama “clivaje centro –periferia, puede haberse agravado por el incendio en la Chiquitanía.
Una tragedia de esta magnitud tiene una dimensión territorial relevante en el
imaginario cruceño, que
llamaría a la gente de este departamento, a reactivar el compromiso con “su” territorio. Una de sus manifestaciones, ha sido la reacción
violenta que se dio de parte de grupos de jóvenes opositores, ante el anuncio
de la llegada de campesinos "del bloque chiquitano" para pedir que la gobernación anule su disposición de
pausa ambiental.
Se dice que el 2009 se dio el fin de la disputa entre gobierno
y oposición, eso es cierto, pero también lo es que ese año se dio el fin de la disputa entre una
región cruceña cuyo regionalismo
se condensó en la propuesta de autonomías departamentales y un centro politico que logro reinventarse a la cabeza de Evo Morales. Sin embargo, esto o
quiere decir que se haya desactivado el regionalismo cruceño, está presente delineando instituciones, discursos y proyectos políticos.
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