Franz Flores Castro
Este breve artículo es un intento de hacer un balance de la coyuntura actual por la que atraviesa el país, a partir de evaluar la correlación de fuerzas actual, el liderazgo y sus posibles derivaciones.
a) El cumplimiento, el sentido y la interpretación de la Constitución Política del Estado es el marco legal- institucional en el que se mueven las fuerzas políticas en conflicto actual. Es el referente principal. Hasta la derecha que la tildaba de “constitución masista”, hoy la defiende. Es un buen dato.
b) El gobierno tiene a su favor las fuerzas represivas, una buena porción de los movimientos sociales, el parlamento y poder judicial a su favor. La correlación de fuerzas de la política entendida como instituciones es ampliamente favorable al MAS. Es probable que esta lectura, sea la que domine dentro del gabinete para continuar tratando de imponer su política. Mal dato.
c) La debilidad más grande para el gobierno radica en un fuerte desgaste discursivo, donde su nivel de popularidad y credibilidad está en picada. Ha utilizado la represión de manera brutal deteniendo la marcha pero a un costo político, hasta ahora imprevisible.
d) Por el lado de la oposición, la fuerza del movimiento radica en su capacidad de expansión en fuerzas políticas y sociales que antes estaban con el gobierno, o que permanecían indiferentes esto dará fuerza a la movilización.
e) El peligro radica en la no existencia de un eje ordenador y liderazgo que pueda organizar las tendencias, demandas y acciones de las fuerzas que se vayan sumando. Si bien el TIPNIS es el eje ordenador de los discursos y acciones, hace falta una entidad aglutinadora, la COB, por ejemplo.
f) Por ello, la gran incógnita radica en que el movimiento puede derivar tanto en una profundización de reorientación del proceso político actual, ampliando ciudadanía, eficiencia estatal e inclusión social o, por el contrario, derivar en un reordenamiento de fuerzas conservador. Ambas posibilidades están, hoy, abiertas.
g) Hace falta, entonces, que tanto gobierno como la oposición tengan la lucidez necesaria para que el decurso del conflicto se resuelva por los cauces institucionales y constitucionales, salir de eso, es simplemente destruir la democracia.
Sucre, 28 de septiembre de 2011